En los últimos años, la tecnología relacionada a los dispositivos de sonido no ha parado de evolucionar, y obviamente los audífonos no han quedado relegados en esto. De un tiempo a esta parte hemos podido ver cómo se han adentrado y naturalizado los modelos inalámbricos cuando hasta hace poco tiempo, el dominio de los modelos con cable era casi total.

Sin importar la marca, ya sean audífonos Bose de última generación, Apple, Sony, Galaxy Buds o Sennheiser, entre otras, el perfeccionamiento de estas tecnologías ha permitido que, al día de hoy, tengamos dispositivos que tienen una mejor definición del sonido, calidad superior, comodidad y prestaciones sencillas, para que cualquier usuario las pueda comprender y utilizar.

¿Cómo fue la evolución de los auriculares?

Los primeros auriculares se utilizaban para telefonía y radio, debido a que las señales eléctricas débiles que producían los instrumentos eléctricos necesitaban ser amplificados para ser escuchados con normalidad.  Empezaron a ser vendidos al público a partir de la década de 1930, momento en que empezaron a producirse los primeros dispositivos de sonido portátiles.

En 1958, Martin Lange y John C. Kross, diseñaron el primer modelo de auriculares que podía reproducir sonido en formato estéreo, y su uso se extendió gracias al surgimiento de los reproductores de casete, como el popular Walkman, y las radios portátiles, en 1979. En la actualidad, su utilidad se ha potenciado aún más gracias al uso de reproductores de CD, audio digital, y sobre todo, por las computadoras portátiles y los teléfonos móviles.

Auriculares con cable vs sin cable

Aquellas personas que se interesan por la perfección constante del sonido, insisten en que la mejor alternativa siempre es contar con los auriculares con cable tradicionales. Sin embargo, los audífonos sin cable cuentan con una ventaja inobjetable en relación a su comodidad: al no necesitar de un cable de alimentación eléctrica, puedes utilizar estos dispositivos sin la necesidad de estar al lado del equipo que reproduce el audio. Además, hay algo que hasta los mayores puristas del sonido tienen que reconocer: los auriculares inalámbricos vienen cada vez de mejor calidad.

El punto negativo que puedes tener con este tipo de equipos es que, al no contar con el cable, el correcto funcionamiento depende pura y exclusivamente de la batería con la que cuenten para su utilidad, algo que no sucede con los dispositivos tradicionales. Por lo tanto, ya sea que te compres unos audífonos Bose, Sennheiser, Sony o Apple, deberás procurar conseguirte un modelo que cuente con una buena autonomía.

Tipos de auriculares disponibles

Hay distintos modelos y variantes, pero a resumidas cuentas, hay cuatro diseños de auriculares diferentes, y cada uno de ellos es más o menos recomendable dependiendo para qué se los vaya a utilizar, entre los que están los dispositivos de menor tamaño y aquellos conocidos como auriculares de diadema, de mayor tamaño y con un tipo de cobertura diferente.

Circumaurales: también conocidos como over ear, son los modelos más grandes disponibles en auriculares de diadema, ya que cubren totalmente la oreja con las almohadillas. Generalmente son grandes y pesados, pero son muy cómodos, sobre todo si piensas utilizarlos durante un tiempo prolongado. Por lo general, estos dispositivos son los considerados como el ejemplo de la mejor calidad de sonido en audífonos inalámbricos, entre otras cosas, porque el contar con un tamaño superior permite integrar drivers más grandes.

Los circumaurales, a su vez, se dividen en dos grupos, los auriculares abiertos y los cerrados. Los primeros tienen comunicación con el exterior y evitan las resonancias, permitiendo un sonido claro, más limpio y de graves controlados. Los segundos tienen un mejor aislamiento del ruido externo, y esa protección hace que ninguna parte del contenido auditivo que estamos escuchando quede “enmascarado” u oculto.

Supraaurales: también conocidos como auriculares on-ear, tienen un diseño mucho más compacto y práctico de trasladar que los modelos circumaurales y se apoyan sobre el pabellón auditivo en lugar de rodearlo. El aislamiento sonoro también es inferior en relación al caso anterior, pero son recomendables para usar al trasladarse, ya que, en muchos casos, también son plegables para un fácil guardado.

Intraaurales: denominados también in ear, estos dispositivos se insertan dentro del canal auditivo, lo que sirve para mejorar el aislamiento del ruido exterior. Son ideales para hacer deporte o para estar en exteriores, ya que no son equipos en formato diadema, son dos audífonos individuales enlazados entre sí, muy sencillos de colocar y extremadamente ligeros. Generalmente, los modelos conocidos como TWS o True Wireless Stereo (verdadero estéreo inalámbrico, dispositivos sin ningún tipo de cable) son los audífonos in ear.

Auriculares de botón: estos modelos no entran dentro del oído, sosteniéndose gracias a patillas o a una cuerda que los une para mantenerse conectados. No aíslan tan bien el ruido ambiental como los dispositivos in ear. Su diseño es similar al de los tradicionales auriculares que antes venían incluidos en el paquete de tu teléfono celular y suelen ser los modelos más económicos disponibles.

Cancelación de ruido

Este es uno de los avances tecnológicos más importantes de los últimos tiempos en el desarrollo de los audífonos. Se trata de las distintas funcionalidades que poseen estos dispositivos para tratar de reducir al mínimo la presencia del ruido exterior a la hora de escuchar música o podcasts. Este tipo de tecnología esta directamente asociada a la evolución de los modelos inalámbricos y que está presente en cada vez más dispositivos, incluso los relativamente económicos. Hay distintos tipos de cancelación de ruido, y aunque posean nombres parecidos, sus funciones son bastante distintas

Cancelación de ruido pasiva

Es la tecnología de cancelación de ruido más básica de todas, y por eso suele encontrarse en los dispositivos más económicos, o en algunos pocos con diseño de diadema. Básicamente, la idea es que el sonido del exterior no ingrese al oído, aislándolo de forma acústica, solamente tapando el canal auditivo. Es el método más simple, pero por ello solo servirá en lugares de poco ruido, ya que el sonido ambiental, aunque reducido, sigue penetrando en el auricular.

Cancelación de ruido activa

Este es el tipo más común de cancelación de ruido, y también es el más solicitado. En esta versión, el auricular sí trabaja realmente para eliminar el sonido del exterior y que no penetre. El sistema utilizado se conoce como superposición de la teoría de ondas, ya que el sonido del exterior son ondas de baja frecuencia. Los audífonos crean una onda artificial que sirva como oposición al sonido real, si una onda sonora “choca” contra una onda sonora opuesta, la suma sería cero, cancelando el ruido exterior.

En realidad, la onda no termina siendo neutra, pero buena parte de su interferencia no llegará a nuestros oídos gracias a este sistema. La cancelación de ruido activa se produce gracias a la intervención de los micrófonos con los que cuentan los auriculares. Ellos procesan el sonido externo y producen una onda que lo anule en consecuencia. A mayor cantidad de micrófonos en el dispositivo, habrá más posibilidades de que se anule ese sonido indeseado.

Cancelación de ruido híbrida

Esta es una alternativa a la cancelación de ruido activa común, que solo poseen auriculares de gama alta, ya que cuenta con algunas diferencias con el sistema original. La cancelación de ruido activa original tiene solamente micrófonos externos, mientras que, en la versión híbrida, los micrófonos se encuentran apuntando tanto hacia el interior como hacia el exterior del dispositivo, para ser más precisos en la eliminación de los ruidos molestos. Es, con bastante diferencia, el sistema que mejor anula el ruido del afuera.

Autonomía

Como sucedía en los auriculares de diadema y la posibilidad de incluir drivers de sonido más grandes, los modelos más grandes cuentan también con mayor espacio para baterías de mayor potencia. El costo de tener dispositivos más pequeños, portátiles y de fácil traslado, está en que las capacidades de las baterías de estos modelos son significativamente más pequeñas.

Sin embargo, los modelos pequeños, los in ear o los audífonos de botón, tienen una gran ventaja, ya que el estuche de estos dispositivos cuenta con carga propia, por lo que al guardarlos estaremos cargándolos. Esto hace que se extienda bastante su autonomía real, aunque esta variará mucho de modelo a modelo y en relación al uso que le de cada usuario, no solo por la cantidad de horas, sino también por otros ítems a considerar, como el volumen alto o la función de cancelación de ruido. Ambas cosas reducen considerablemente la batería de nuestros audífonos.

¿Cómo es el futuro de los auriculares inalámbricos?

Desde hace varios años, los auriculares inalámbricos vienen con un crecimiento exponencial en sus ventas, al nivel de que se han convertido en el dispositivo tecnológico que más ha aumentado su nivel de ventas en el último tiempo. No solo eso, sino que también es uno de los tipos de aparatos que más perspectiva tiene de seguir aumentando sus ventas en el futuro. Incluso, algunos expertos auguran que serán el segundo dispositivo inteligente en superar los mil millones de unidades vendidos en los próximos 10 años, algo que, por ahora, solo pudieron lograr los smartphones.

Algunas de las mejoras y novedades que los desarrolladores de estas tecnologías planean tener a futuro en las próximas generaciones de audífonos son:

• Mejora considerable de las potencias de las cargas inalámbricas.
• Mayor duración de la batería
• Aumento notorio de las velocidades de carga.
• Perfeccionamiento de los sistemas de cancelación de ruido activa.
• Solución de errores de conexión Bluetooth o aumento de las distancias de alcance del enlazado.
• Mejor calidad de sonido.
• Mayor control del usuario sobre las funcionalidades del dispositivo mediante aplicaciones relacionadas.
• Mejor integración a asistentes virtuales.
• Podrían funcionar como un dispositivo para controlar la salud (una idea pensada, tal vez, por la popularidad que han tenido en los últimos años los smartwatchs).
• Reducción de los tiempos que pasan desde la recepción del audio por el dispositivo hasta que el mismo esté disponible para ser escuchado (latencia).