El 80% de los pacientes internos en el Hospital Psiquiátrico Dr. Rafael Serrano, mejor conocido como el Batán, fueron abandonados por sus familiares en las instalaciones del nosocomio, así lo informó la Secretaría de Salud a través de una solicitud de información.

Al cierre de 2023, en el hospital psiquiátrico de Puebla había 166 personas internadas y sólo 33 tienen un contacto vigente con sus familiares, pues están al pendiente del estado de salud, cuidados sanitarios, alimenticios, así como de los fármacos que les son administrados en el sanatorio.

Ahora bien, sobre la condición legal de una persona con alguna enfermedad psiquiátrica, el Código Civil Federal señala que deben poseer un representante legal que se haga cargo de sus bienes.

Sin embargo, quien sea el apoderado legal de una persona con una enfermedad psiquiátrica incurre en abuso de confianza si deja a su familiar dentro de algún hospital psiquiátrico para olvidarse de ellos y poseer sus bienes, de acuerdo con testimonios de colaboradores del lugar a los que tuvo acceso e-consulta.

Población ha disminuido en el Batán

La población en el hospital psiquiátrico ha disminuido desde 2021, año en el que la administración de Miguel Barbosa Huerta contrató a una empresa de refrigeradores de la Ciudad de México, Consorcio Orca y Asociados, que obtuvo 114 millones 313 mil pesos por dos contratos para la reconstrucción de cuatro pabellones y la rehabilitación de la red sanitaria, la cocina y el camino al área de urgencias del hospital psiquiátrico.

La Secretaría de Salud informó año por año la población del Batán: en 2018 eran 216 pacientes, para 2019 fueron 203, un año después 193 internos.

Para 2021, cuando fue la remodelación, se ubicaron a 181 internos, en 2022 fueron 169 pacientes y en 2023 únicamente 166.

Los padecimientos por los que se encuentran internados los 166 pacientes en El Batán son déficit cognitivo, delirium, demencia, epilepsia, esquizofrenia, psicosis, “retraso mental” o por algún tipo de trastorno como el afectivo, bipolar, delirante, mental por consumo de sustancias, neurocognitivo mayor y psicótico secundaria a epilepsia, señala textualmente el documento emitido por la Secretaría de Salud. (CR)