Edgar Ulises N, conocido como “El Suicida de Clavijero” o “El Suicida de Periférico”, antes de saltar del puente donde se quitó la vida degolló Karina, su expareja, con quien sostuvo una relación ¡de casi tres años; tras la ruptura la joven interpuso una orden de restricción contra el hombre por acosarla y hostigarla por más de 12 meses para que reanudaran la relación.

Tras el feminicidio, Edgar Ulises N ocultó el cadáver de la mujer de 25 años en un terreno baldío ubicado en la junta auxiliar San Francisco Totimehuacán, de donde era originario; esto lo confirmó la Fiscalía General del Estado (FGE) luego de llevar a cabo una investigación del caso.

Edgar Ulises degolló a Karina

La FGE informó que el 25 de enero recibió una llamada de una mujer comunicando que su hijo, identificado como Edgar Ulises N, había asesinado a su exnovia, de nombre Karina, cuyo cadáver ocultó en un lote baldío de la junta auxiliar mencionada, hecho por el que después terminó con su vida arrojándose de un puente de la colonia Clavijero.

Tras el reporte, agentes de la fiscalía acudieron al sitio referido para llevar a cabo la investigación correspondiente; en el sitio encontraron el cuerpo de la joven en una carretilla, así como un cuchillo y una bolsa plástica negra con ropa en su interior; la investigación detalló que Karina fue degollada.

Tras analizar videos de cámaras de la zona la fiscalía aseguró que Edgar Ulises N fue quien llevó a cabo el feminicidio contra Karina.

Edgar Ulises, El Suicida de Periferico

Ese mismo día, la Policía Municipal de Puebla encontró el cuerpo sin vida de Edgar Ulises N; tras las investigaciones periciales se llegó a la conclusión de que en efecto el joven se arrojó de un puente perteneciente al Periférico Ecológico, ubicado en el tramo correspondiente a la avenida Clavijero. La FGE unió ambos casos en una sola carpeta de investigación.

De acuerdo con las declaraciones de la madre de Edgar Ulises, el joven citó con engaños a Karina en su hogar, ubicado en San Francisco Totimehuacán, donde la asesinó cortándole el cuello; posterior a ello dejó el cadáver de la joven en una carretilla, en un lote baldío cerca de su domicilio.

Tras el crimen, el feminicida confesó a su madre el crimen, asegurándole que cometió “una tontería”; la mujer llamó a servicios de emergencia ya que su hijo entró en una crisis nerviosa, pero al percatarse de ello huyó al puente cercano, de donde se arrojó y terminó con su existencia. (MCJ)