Como “coyote” e intermediario en negocios que benefician a amigos cercanos fue tachado Gonzalo López Beltrán, tercer hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tras verse involucrado en un presunto caso de tráfico de influencias relacionado con la construcción del Tren Maya, con ganancias de 250 millones de pesos.

En unos audios emitidos por el portal Latinus se asegura que “Bobby”, apodo de Gonzalo López Beltrán, creó una red de negocios y tráfico de influencias dentro en la obra insigne de su padre, donde amigos cercanos y él obtuvieron contratos por medio de empresas con prestanombres.

¿Cómo se gestó el negocio de “Bobby”?

De acuerdo con el trabajo periodístico de Mario Gutiérrez Vega, expuesto por Carlos Loret de Mola, “Bobby” asignó contratos a diversas empresas que realmente beneficiaron a su amigo Amílcar Olán, que a finales de diciembre pasado se vio inmiscuido en otra supuesta red de influencias para** ventas millonarias de medicamentos** con los gobiernos de Quintana Roo y Tabasco.

En los audios expuestos en el noticiero de Loret de Mola se escucha supuestamente a Olán describir cómo funcionó la red orquestada por “Bobby”, apodo con que nombra al hijo de AMLO, y por el cual se convirtió en el principal proveedor de piedra triturada, necesaria para la construcción del Tren Maya.

En sólo seis meses Olán presuntamente aseguró obtener utilidades por 250 millones de pesos por medio de una serie de empresas que funcionan con prestanombres, dedicadas la trituración de piedra y el acarreó del material, aunque el verdadero negocio, se escucha, es el flete del material para construcción.

“Tú ponte pilas con el puto flete, que ahí es donde está la lana. Yo no lo suelto porque el negocio es el flete obviamente. Yo no estoy soltando un metro de piedra si no lo fleteo yo”, se escucha decir a Olán en los supuestos audios presentados por Latinus y Loret de Mola.

A esta presunta confesión se suma otro audio donde a Olán, bajo presuntas órdenes directas de presidencia, se le ordenó surtir de balasto —la piedra triturada— un tramo de la obra para su término “Pero ahorita ya me dieron 500 mil metros cúbicos más y es una locura. La verdad que fue un contrato muy grande; me fue muy bien, que me deben ya la utilidad, pero bueno, en seis meses me metí 250 millones de utilidad”.