Cuando el silbatazo indica el comienzo del partido, dos equipos se dan cita en el centro del campo de Expert Fut 7. Afrodita’s FC recibe un gol tempranero que no merma su ánimo, al contrario, responden con tres anotaciones para darle la vuelta al marcador antes de que concluya la primera mitad. El dominio es evidente por parte del equipo con playeras multicolor que recorre la cancha, toca y juega la pelota al ritmo que desea.

Afrodita no solo es la diosa del amor para los griegos, es también un símbolo de identidad para los 14 futbolistas que conforman el equipo de futbol LGBT en Puebla. 

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La preferencia sexual ni los roles de género juegan en este club, por eso vemos a siete deportistas de la comunidad LGBT destacar entre los demás pese a los prejuicios que aún conserva la sociedad moderna, los vemos también ser dirigidos por una mujer que no consiente las fallas: ella grita y regaña desde el banquillo, pero también corre intensamente porque no solo ordena, también juega junto con los demás hombres.

La feminidad, no es su toque personal, lo son más, las entradas atinadas con la pierna y el choque cuerpo a cuerpo con el rival. Ellos no solo buscan la pelota por diversión sino también para romper paradigmas.

“Hay unos equipos que sí se sacan de onda cuando ya vieron que unos gays les van ganando o que ya les metieron un gol. Sí ha habido gente que se saca de onda, nos han querido llegar a agredir”, platica Octavio Bernal al portal e-consulta, quien además es presidente y coordinador del club.

Octavio no solo es futbolista del Club Deportivo Afrodita’s de Puebla, también cuenta con una licenciatura en Gastronomía, así como con una maestría en Administración. Su semblante serio y carácter pesado –dice– le han ayudado a vivir su homosexualidad de manera libre, sin temor, pues no tiene nada que esconder desde que a los 20 años confesó a su padre y madre su preferencia sexual; hoy tiene 33.

“Como hombre no puedes mostrarle tanto afecto a otro hombre porque la sociedad va a pensar que eres raro. Nosotros no tenemos ningún problema con ese tipo de cosas. Algo que tenemos en común los equipos LGBT y de diversidad es que queremos erradicar la violencia, la discriminación”.

El silencio asesino: discriminación y violencia a la comunidad LGBT

La población LGBT en México es superior a 5 millones de personas de 15 años o más, lo que implica que una de cada 20 se identifica como gay, lesbiana, bisexual u otra orientación sexual que no sea la heterosexual, según indica el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Historia (Inegi) en su Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (Endiseg) 2022.

Pese a las cifras, el deporte parece aún rezagado en los prejuicios de antaño en donde es mal vista la participación de la comunidad LGBT. A esto hay que añadir los casos de personas homosexuales a quienes el temor les impide vivir a plenitud.

“Hay equipos formados por hombres heterosexuales con integrantes de la comunidad LGBT, pero no están abiertos a decirlo por discriminación, porque piensan ‘me van a correr del equipo’. No decirlo, al final de cuentas, es una carga porque no vives como te gustaría vivir”, mencionó el ingeniero Óscar Alarcón, trabajador de la empresa Bayer de México y jugador del equipo Afroditas.

“Un objetivo de nosotros es visibilizar el deporte de la comunidad. Reprimido es una palabra muy fuerte, pero si hay alguien que lleva esa carga en su espalda que no quiere salir, que se entere que hay otros chicos, otros gays que saben jugar futbol y que le entran a los chingadazos, sepan que aquí se puede expresar a como él sea, como él se sienta feliz”.

Óscar no habla de números, pero vienen implícitos en su discurso: “sepan que aquí se pueden expresar”, menciona para los 1.4 millones de personas LGBT en México que pensaron en suicidarse durante el 2022 debido a su orientación sexual, según datos del Inegi.

Machismo en el futbol: “cuando van perdiendo es cuando más les cala”

El discurso de inclusión en México roza lo que los historiadores Thomas Glick y John Fiske denominaron “sexismo ambivalente”, es decir, cuando existen una serie de conflictos respecto a los sentimientos positivos y negativos que despierta una mujer, aunque esta vez aplicado a los miembros de la comunidad LGBT.

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Encontrar una liga de futbol en Puebla no es fácil para un equipo abiertamente homosexual a pesar de que las preferencias sexuales sean cada vez menos un asunto tabú. Afrodita’s Puebla ha tenido que enfrentarse al cierre de puertas debido a que pueden dar “mala imagen” al ser torneos con “ambiente familiar”, situación que Alarcón atribuye al fanatismo religioso que ahonda en el país.

“Cuando eres muy fanático de la religión, te cierras, no hay otra cosa más allá que no sea lo que te dice la religión. La familia tradicional heterosexual, por ejemplo, ve como un castigo de dios tener un hijo o hija homosexual. Somos personas normales”, manifestó Óscar.

No obstante, esta violencia y discriminación no solo es simbólica al cerrarles espacios públicos para la libre práctica del deporte, algo que incluso se menciona en el artículo 7 de la Ley General de Cultura Física y Deporte, sino que también han llegado a ser víctimas de agresiones físicas por parte de jugadores heterosexuales.

“Desde que empezamos, los chavos me empezaron a codear, hubo unos que me escupieron…estuvo muy cañón”, describió Óscar sobre la experiencia del equipo en la liga de futbol en La Piedad, Puebla, misma que señala como el torneo más machista en donde el equipo ha participado y de donde tuvieron que salir debido a esta cuestión.

“No tratamos de seducir a nadie; venimos a jugar”

Ser un equipo de futbol LGBT implica tener responsabilidades con la propia comunidad y también ser víctima de infamias, pues los señalamientos peyorativos abundan cuando los competidores se percatan de que Afrodita’s FC no le teme a usar brillos en el rostro, a vestir en el uniforme la bandera del orgullo y a acudir al campo con sus parejas.

“…creemos en el amor, que el amor es universal, por eso elegimos a Afrodita. Nosotros vamos a jugar, no vamos a ligarnos a alguien o a tratar de seducir a alguien. La finalidad de esto es que vengamos a jugar, nada más que eso”.

El club poblano de futbol milita en la liga de Zavaleta por el respaldo que han tenido por parte de sus directivos, así como por el cobijo hacia su perspectiva de inclusión: “nos aceptan no solo porque seamos un equipo LGBT incluyente, sino porque se dan cuenta la calidad de personas que somos, cómo jugamos y que nos somos de ir a pelear”.

El concepto del enfrentamiento lo tienen completamente desdibujado de su arsenal de valores. La idea del equipo no es pagar los insultos o la discriminación con la misma moneda, pues en Afrodita’s FC entran todas y todos. Son conscientes de que además de representar su propia integridad, representan también a la comunidad LGBT.

“Creemos en esa parte: si a nosotros nos han llegado a rechazar por lo que somos y lo que nos gusta, no tenemos por qué rechazar a nadie si quiere jugar con nosotros […] Te puedo decir que somos el equipo con más personas de la comunidad, alrededor del 80 por ciento de nuestros integrantes lo son. Todos los demás equipos cuentan con nuestro apoyo, pues el objetivo es el mismo: crear la visibilidad de la comunidad LGBT en el deporte, abrir espacios deportivos donde te sientas seguro de ser lo que eres y practicar lo que amas, como es el futbol”, mencionó Octavio Bernal.

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La empatía y la libertad son dos cuestiones que deberían tener mayor peso en la sociedad, de acuerdo con los directivos del equipo: “la invitación a la sociedad es a tener respeto, empatía, considero que es con lo que podríamos vivir como sociedad muy armónicamente. Si tú quieres verte afeminado, está bien; si quieres verte varonil, también está bien; si quieres vestirte y ponerte peluca también está bien, pero lo que no está bien es que no seas feliz, tienes que ser feliz sí o sí”, dijo Óscar.

Por otro lado, Octavio Bernal indicó que la tolerancia es otro valor igual de importante en una sociedad donde pondera el machismo. Al respecto, dijo que lo importante es vernos como personas antes de la heterosexualidad o la homosexualidad.

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“Cuando respeto y tolerancia no existe, dejamos de ser una sociedad. Si llevamos a cabo correctamente esos valores yo creo que todo va a estar bien. Independientemente de lo que nos guste o no nos guste, lo que seamos o no seamos, somos personas y seres humanos, y todos sentimos; vean a todos como personas”, agregó.

Afroditas FC cumplirá un año en agosto próximo. Para ello preparan un torneo especial que conmemore la inclusión de la comunidad homosexual en el deporte. El equipo de futbol LGBT en Puebla tiene las puertas abiertas siempre: “puedes venir y ser lo que quieras ser mientras te sientas cómodo. Aquí no discriminamos por ser mujer, por ser gay, heterosexual o bisexual. El futbol es futbol, es un deporte y todos pueden jugarlo. Aquí puedes venir y ser lo que tú quieres”, puntualizó el presidente del club.