Arabia Saudita busca ser la superpotencia del mundo futbolístico y está dispuesta a invertir bastante dinero para conseguirlo; no solo a través del Newcastle United, el cual se colocó rápidamente en la Champions League, sino también por medio de su liga local.

El fichaje de Cristiano Ronaldo por el Al Nassr tras el Mundial de Qatar 2022 fue un aviso meridiano de lo que estaba por venir; tras el desencuentro del astro portugués con Erik Ten Haag, entrenador del Manchester United, el país de Oriente Medio no dejó escapar oportunidad de ficharlo.

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Los saudís llamarón la atención de La Liga ya que después del fichaje de CR7 llegó el de Karim Benzema; tras el sí del ganador del Balón de Oro de 2022 son muchos los nombres de jugadores que han sonado para unirse al proyecto.

La Liga Profesional Saudí está enfocada en llevar a su campeonato a los mejores jugadores del planeta por medio de fuertes cantidades de dinero, pero no sólo a jugadores que están al borde del retiro, también a algunos que todavía tienen varios años de trayectoria por delante.

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El franco-senegalés Kalidou Koulibaly y el francés N’ Golo Kanté ya ficharon con clubes de dicha liga, además están por hacerse oficiales otros fichajes como el del marroquí Hakim Ziyech y el croata Marcelo Brozovic.

Es importante remarcar que el propio estado saudita es quien acomete estas operaciones de gran calado a través de su Fondo de Inversión Pública (PIF).

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El PIF controla el 75 por ciento de sus cuatro principales clubes: Al Ittihad, Al Nassr, Al Ahli y Al Al Hilal; la idea es atraer la mayor cantidad de estrellas y repartirlas entre los equipos punteros. Buscan un campeonato más competitivo que no atraiga a espectadores locales y extranjeros.

Los clubes saudíes no están sujetos al reglamento financiero de la UEFA, lo que significa que no hay límite a los salarios que ofrecen para atraer a los mejores jugadores del mundo a Oriente Medio.

Al frente de ese plan de privatización figura el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman. Su intención es que los ingresos de la Saudi Pro League alcancen los 440 millones de euros anuales en 2030; confía en que el valor de mercado aumente a casi 2 mil millones en el mismo periodo.