- Medio Ambiente
Ola de calor en Puebla no se presentaba desde hace 8 años
El registro de la ola de calor, acompañada de temperaturas arriba de los 30 grados centígrados en los últimos días en México, y principalmente en Puebla, podría estar asociado con la presencia del fenómeno climatológico El Niño, tanto en el país como en gran parte del hemisferio occidental del planeta; dicha condición no se había presentado desde hace ocho años.
De acuerdo con Gustavo Ariza Salvatori, especialista en Gestión Integral de Riesgos, este fenómeno ha generado una ola de calor en el centro del país que no se había visto en Puebla desde hace ocho años.
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Otro factor importante es el incremento del calentamiento global que, a pesar de tener un origen natural, se ha acelerado por la actividad humana.
Según informó la Comisión Nacional del Agua, durante lo que resta de la semana se espera que en Puebla prevalezca la tercera onda de calor con ambiente de caluroso a extremadamente caluroso, con temperaturas de entre 35 y 40 grados.
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Condición que comparte con estados como Aguascalientes, Baja California Sur, el suroeste del Estado de México, Guanajuato, Querétaro, Quintana Roo y Zacatecas.
La presencia de la onda de calor anunciada por el Servicio Meteorológico Nacional en Puebla se debe a un periodo de temperatura excesiva, casi siempre combinada con humedad, que se mantiene durante varios días consecutivos.
Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres, este fenómeno es más frecuente en las ciudades debido a la deforestación y la contaminación.
Los estudios internacionales, indica Ariza Salvatori, sugieren que en el centro de México se pueden generar condiciones muy secas que a la par podrían derivar en sequías extremas y peligrosas ante la presencia de El Niño.
Aunque la actividad de dicho fenómeno es cíclica y puede presentarse cada dos o siete años, según refiere la revista científica UNAM Global, la Organización Mundial Meteorológica (OMM) informa que se “vislumbra un futuro próximo marcado por un incremento en el calentamiento global, con alta probabilidad de que se batan récords de temperaturas globales”.
Ante lo cual, Alejandro Jaramillo Moreno, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, conceptualiza a El Niño como un suceso oceánico-atmosférico que tiene lugar cuando las aguas del océano Pacífico Tropical Central y Oriental empiezan a calentarse por arriba de la media.
Algunos de los efectos que la OMM ha detectado como consecuencia de El Niño, el cual puede prolongarse hasta entre nueve y 12 meses son: aumento de las temperaturas globales; sequías o fuertes lluvias en algunas regiones; pérdida de bosques tropicales. Y condiciones favorables para la formación de incendios forestales.
Altas temperaturas pueden elevar hasta en 50 por ciento las atenciones por calor
Las altas temperaturas pueden generar más que bochornos corporales, pues se pueden presentar afecciones más delicadas como golpes de calor, agotamiento y hasta enfermedades diarreicas.
De acuerdo con César Mejía, médico encargado de Urgencias del Hospital de Cruz Roja Mexicana, en el municipio de Puebla, las atenciones por las altas temperaturas pueden incrementar hasta 50 por ciento en una semana.
Por lo cual, emitió una serie de recomendaciones a fin de reducir las afectaciones a la salud producto del excesivo calor en la entidad poblana.
Por ello, recomendó evitar consumir alimentos en la vía pública, ya que las elevadas temperaturas aceleran el proceso de descomposición de los comestibles debido a la falta de refrigeración adecuada.
La ingesta de alimentos en descomposición por calor podría provocar gastroenteritis por inflamación de los intestinos, así como fiebre, dolor estomacal o abdominal, náuseas, diarrea, estreñimiento.
A su vez, la exposición prolongada a altas temperaturas, entre las 12:00 y las 16:00 horas, dice César Mejía, podría provocar un fuerte golpe de calor, desde una elevación súbita de temperatura corporal hasta convulsiones, pérdida del conocimiento, taquicardia, escalofríos, vómitos y dificultad de respiración.
Por el caso de requerir salir de manera forzosa debido a actividades como el trabajo, se recomienda usar protectores solares arriba de los 50 FPS (Factor de Protección Solar), tomar al menos 2 litros de agua y protegerse de los rayos utilizando una sombrilla.
En caso de presentar los síntomas de golpe de calor, aplicar de inmediato hielo en axila, ingles y pecho, hidratación constante y aplicación de telas húmedas en distintas partes del cuerpo.
Las medidas de cuidado, dice César Mejía, deberían agudizarse en los grupos extremos de edad, como son niños menores de 12 años, con especial énfasis en los de menos de 5 años, así como en adultos mayores.
Recomendó estar al pendiente de aquellas personas que por predisposición médica deban reducir la ingesta de agua, como son quienes padecen de enfermedades en riñones o hígado.
En caso de que la situación no mejore pese a la aplicación de las medidas enunciadas, las autoridades piden llamar a los servicios de emergencia marcando al 9-1-1.