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Una comilona celebratoria, a 110 días de gobierno, ¿y en horario laboral?

  • Anaid Piñas
Entre gritos de "Julio, Julio, Julio" y pegatinas con la leyenda "Tienes ganas de Puebla» transcurre la primera celebración pública de la actual administración
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Diez días después de que se cumplieran los primeros 100 días del gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina, el micrófono fue, en horario laboral y en una comilona, de Julio Huerta, titular de la Secretaría de Gobernación en Puebla.

Los invitados fueron citados a las 14 horas, para, se decía en corto, comenzar a las 15 horas, pero ¿qué secretario de Gobernación puede salir de trabajar a las 14 o las 15 horas para llegar a una comida a las 16:15 horas?

El motivo parecía ameritarlo: celebrar 100 días de la administración estatal, y así hubiera sido si a Huerta no le hubieran dejado el papel estelar de la celebración donde se degustó sopa poblana y arroz con pipián, y si esa fecha no se hubiera cumplido 10 días atrás.

"Puebla requiere para su presente y su futuro unidad, apertura, inclusión, respeto y trabajo conjunto. Por estas razones convoco a qué cerremos filas en torno al liderazgo legítimo, constitucional, que se ha ganado a pulso el respeto de propios y extraños, pues predica con el ejemplo (...) les pido sumar en torno del gobernador que hoy está consolidado la Cuarta Transformación en Puebla".

Sus palabras las escucharon los casi mil asistentes congregados en el salón El Recuerdo, que entre aplausos y porras lo escucharon pedir que se recuerde al barbosismo como el primer cambio importante en la entidad, pero aceptar que ahora se vive una nueva etapa con Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Y así, pronunció un discursó que hizo las veces de un gozne entre Barbosa y Céspedes, entre Céspedes y Barbosa, ante el gabinete estatal, diputados locales de todas las fracciones, dirigentes de partidos, alcaldes, líderes sociales, empresarios, y directores y dueños de medios de comunicación.

Invitados y no invitados comenzaron a llegar a Rancho Colorado, al norte de la ciudad de Puebla, desde las 14:30 horas, pero no a todos se les permitió el acceso: si no aparecía el nombre en una lista previamente palomeada, no había paso.

Desde una calle a la redonda era posible adivinar que algo pasaría en aquel jardín, por la cantidad de vehículos que entraban o se estacionaban en los alrededores. Algunos identificados con pegatinas que destacaban la leyenda "Tienes ganas de Puebla".

Con las mesas puestas, la música pop de fondo y los meseros corriendo para ofrecer bebidas, los invitados pasaban entre los pasillos para saludar a viejos amigos, sin restricciones en cuanto al horario laboral, ni ideológicas, ni de trayectorias o color de partido.Ahí los abrazos de la diputada morenista Daniela Mier con el alcalde panista de los Reyes de Juárez, Manuel Herrera Ponce. Ahí el coordinador de la bancada del PRI, Jorge Estefan Chidiac, platicó amenamente con Rodrigo Abdala Dartigues, delegado estatal de Programas para el Desarrollo en el Estado de Puebla, a los que el gobierno federal llama Bienestar.

A las 17:00 horas llegó el gobernador de Puebla. Fue recibido con entusiasmo por todos los que lo esperaban más que por la comida, para tomarse la foto del recuerdo y presumir su asistencia en redes sociales.

Poco a poco, secretarios, diputados y la familia del gobernador comenzaron a ocupar sus asientos en la mesa cuadrada apartada para ellos. Los cercanos se ubicaron lo más cerca posible de Céspedes Peregrina, en una escena que por momentos recordaba la corte del Rey Arturo y sus reuniones en Camelot.

El orador principal fue Julio Huerta, a quien incluso le instalaron un atril antes de que, a petición del mandatario estatal, hiciera uso de la palabra para ser vitoreado con un enérgico "Julio, Julio, Julio".

Él recurrió a la historia de Puebla para contextualizar su comparación entre los gobiernos anteriores y el cambio de régimen que trajo la Cuarta Transformación. Aunque sí estableció diferencias entre Barbosa Huerta y Céspedes Peregrina.

El gobernador de Puebla se enfocó en agradecer la confianza recibida en estos primeros meses de todos los actores de la sociedad. Llamó a seguir construyendo con los integrantes de la izquierda y a no permitir que los gobiernos anteriores vuelvan a Puebla pues, dijo, las malas prácticas del pasado no son algo que merezcan los poblanos.

Su discurso causó un levantón de cejas de los panistas que se encontraban a su lado: el coordinador de la bancada del PAN y la presidenta de la Mesa Directiva en el Legislativo, Rafael Micalco Méndez, y Mónica Rodríguez Della Vecchia, respectivamente; así como de los alcaldes del blanquiazul.

Luego de los discursos comenzó a servirse la comida. Un menú sencillo, dijeron algunos, pero del gusto de todos, completaron otros: el primer tiempo fue una sopa poblana, el plato fuerte pipián y arroz blanco, y de postre una gran variedad de dulces típicos.

La mayoría de los presentes comenzaron a abandonar el salón entre las 18:30 y las 19:00 horas. Algunos, como los alcaldes de las regiones más alejadas de la ciudad de Puebla, harían más de dos horas de viaje para regresar a casa. Julio Huerta Gómez permaneció despidiendo a todos.

Entre los panistas que acudieron al llamado se pudo ver a los diputados locales Rafael Micalco Méndez, Mónica Rodríguez Della Vecchia, Guadalupe Leal Rodríguez, y Eduardo Alcántara Montiel.

Y a algunos federales, como Esther Martínez, diputada federal por el distrito 3, también luchadora social y coordinadora estatal del PT en Puebla.

No fue posible ver a la dirigente de todos ellos, Augusta Valentina Díaz de Rivera, ni al presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, quien suena como la principal carta panista para competir en 2024 por la gubernatura de Puebla.

Al lugar arribó toda la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso, aunque fue Jorge Estefan Chidiac el que ocupó un lugar privilegiado en la mesa del gobernador.

De Morena asistieron los integrantes del Comité Ejecutivo Estatal, Olga Romero Garci-Crespo, Agustín Guerrero Castillo, y Andrés Iván Villegas Mendoza; sus diputados locales y del G-5 sólo se presentó Daniela Mier Bañuelos, la hija, sí, de Ignacio Mier Velazco, otro de los aspirantes de Morena a la gubernatura de Puebla, como Julio Huerta.

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