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Relleno de Atlixco alcanza 35 metros de altura, se diseñó para 30
Atlixco. Creado en el 2001 y diseñado para una vida útil de 10 años, el relleno sanitario de Atlixco es un problema que crece como bola de nieve ante recursos limitados y una pobre cultura de separación de residuos y reciclaje.
Ante el desbordamiento de la celda original, hoy se acumula la basura en una zona que ya alcanza los 35 metros de altura, después de trabajos de despresurizado que permitieron, en el último año, disminuir su altura original de 45 metros.
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La celda fue diseñada para alcanzar una altura de 30 metros sobre el nivel del piso, más los 15 metros que tiene de profundidad; fue en el 2020 cuando llegó a los 28 metros de altura, para el 2021 eran 33 metros y en el 2022 alcanzó los 45 metros.
Disminuir la altura es una medida paliativa, mientras se gestionan los recursos para una nueva celda que pueda ampliar la ya agotada vida útil del relleno sanitario.
“La idea es que con la nueva celda tengamos mayor disminución y un tratamiento más responsable, con capas de compactación se extienda su vida útil”, indicó la alcaldesa Ariadna Ayala en entrevista con e-consulta.
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Actualmente este relleno recibe basura de Atlixco, Tochimilco, Huaquechula, Atzitzihuacan y Tianguismanalco.
Pirámide de basura
Por su parte, el director del relleno sanitario, Alejandro Macedo Neri, durante una visita al sitio, informó que se lleva un año trabajando en disminuir la altura de la celda y hasta el momento se han logrado despresurizar al menos 10 metros de altura, con lo que ahora existen dos niveles dentro de la misma montaña uno de 35 y otro de 25 metros de altura.
“La basura que estaba en este lugar, se remueve para la parte trasera de la celda en donde aún tenemos espacio para depositarla, al moverla volvemos a compactar, dando chance también a que exista una separación de residuos como plástico que pueden ser reciclados todavía”, detalló.
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La parte donde se reacomoda es un espacio de tiro para poder cubrir los residuos y liberar espacios de la zona que tiene la mayor acumulación de residuos.
Historia del relleno
El 16 de julio del 2001 se concretó el proyecto del Relleno Sanitario Intermunicipal de Atlixco, con el objetivo de darle un correcto destino a los residuos generados por los entonces 110 mil habitantes que tenía el municipio.
De acuerdo con información del Portal de Transparencia de Atlixco, el predio comprende 13 hectáreas y sobre dos mil 200 metros se construyó la celda 1A, aunque se construyeron dos anexos para ampliar la superficie a 4.2 hectáreas y prolongar su vida.
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En el reporte oficial se relata que este relleno sanitario, por el buen manejo de los residuos, recibió dos certificaciones por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), en 2012 y 2014, como “Industria de Calidad Ambiental”.
En 2014 y 2015 se realizaron trabajos en la celda 1A, modificándose los ángulos de los taludes, con lo que se alargó una vez más su vida útil y logró renovar la certificación en 2017.
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Funcionamiento del Relleno
El proceso inicia con el arribo al relleno sanitario del camión que transporta residuos sólidos urbanos, donde se pesa la carga y se deposita en la celda, misma en la que se compactan los desechos y se cubren con una capa de quince centímetros de tierra para ser nuevamente compactados. Este trabajo permite que se mantengan la altura correcta de la capa.
Dicho proceso genera jugos lixiviados que se contienen en una laguna para que se evaporen con los rayos del sol y también se bombeen para regarlos sobre los residuos ya compactados.
La acumulación de tantos residuos genera también biogás, producido por la descomposición de los residuos orgánicos, y es captado por cinco torres que se encuentran colocadas en la celda.
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Este biogás es un problema serio para los rellenos sanitarios pues con un control deficiente puede disiparse y generar explosiones e incendios.
Para 2017 el relleno sanitario de Atlixco generaba ya 353 mil 232 metros cúbicos anuales de biogás, de acuerdo con la tesis “Geolocalización de sitios potenciales para la disposición final de residuos sólidos urbanos de la sub-cuenca Nexapa, Puebla” de Braulio Poblano Polanco. Lo que apunta que en 22 años de operación el acumulado es de aproximadamente 7 millones 771 mil 104 metros cúbicos.
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Alerta
Este año, académicos locales y especialistas en temas ambientales dieron una vez más la alerta por el fin de la vida útil de la celda existente y la pobre cultura de separación de residuos tanto de parte de los habitantes de este municipio como de los trabajadores del departamento en cuestión.
Antonio Robles, profesor del Instituto Universitario de Puebla (IUPAC), campus Atlixco, comentó que tras una visita a principios de este año al relleno sanitario no se refleja la separación de residuos.
“En caso de no concretar o consolidar pronto esa cultura del reciclaje, ese cerro de basura que hoy es el relleno sanitario seguirá creciendo. Y en el interior habrá más producción de gases tóxicos y peligrosos, esto es un llamado a tiempo”, advirtió.
En la segunda entrega de este especial abordaremos el proyecto para construir una segunda celda en el relleno de Atlixco, así como la problemática de los mil perros que ahí habitan y la labor de los pepenadores.