Diversos testimonios denuncian los maltratos de María N, también conocida como Lili Bustillos, detenida el 9 de marzo en el Instituto Oriente, en contra de mujeres víctimas del presunto delito de trata de personas en el estado de Puebla; la acusada habría operado desde hace 15 años. Las denuncias en común de las afectadas son que la señalada las dejaba sin comer, no les pagaba y una de ellas relató que la quemó con aceite y le lanzó sus cosas afuera de la casa, además le quitó su credencial de elector.

La Red de Formadoras Kualinemilis A.C., así como organizaciones, grupos de apoyo y colectivas, han condenado la resolución de la jueza Liszet del Carmen Fuentes Trueba ordenó la liberación de María N, acusada por el presunto delito de trata de personas.

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María fue detenida el jueves 9 de marzo en las instalaciones del Instituto Oriente en la ciudad de Puebla por agentes de la Fiscalía General del Estado, trascendió que se dedicaba a la captación de mujeres a través de supuestas ofertas laborales mediante publicaciones en redes sociales.

De acuerdo con los testimonios, las presuntas mujeres víctimas de este ilícito eran captadas en los municipios de Cuetzalan y Zacapoaxtla; y María, quien se habría hecho pasar con el nombre de Lili Bustillos, las promovía con personas conocidas para labores domésticas bajo condiciones precarias.

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Sin embargo, apenas un día después de su detención, luego de la audiencia inicial celebrada el viernes 10 de marzo, la jueza determinó que en la detención ejecutada por los agentes de la FGE se violentaron algunos derechos de la acusada, por lo cual fue liberada.

Por ello, mujeres integrantes de diversas organizaciones y colectivas han demandado que tanto la jueza Liszet del Carmen Fuentes Trueba, así como la Fiscalía, sean responsables en el proceso de investigación y sanción, actuando con la debida diligencia, investigando y juzgando con perspectiva de género, poniendo al centro la garantía de los derechos de las víctimas del delito de trata de personas.

Además, acusan que las autoridades permitieron la liberación de la presunta tratante de personas y han facilitado las posibilidades de que huya del país al saber que tiene una denuncia.

Lo cual, aseguran activistas, “expone la gravedad de la situación y presume una forma de trata de personas con fines de explotación laboral que ha vulnerado principalmente a mujeres indígenas de Puebla, desde hace al menos 15 años, a través de promesas y engaños a mujeres empleadas del hogar”.

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También acusan que la víctima que fue rescatada hace un año, interpuso una denuncia, pero ahora es revictimizada y las autoridades han puesto en riesgo su vida al dejar en libertad a su agresora.

En este sentido, a través de la Red de Formadoras Kualinemilis A.C., se reproducen algunos testimonios de mujeres presuntamente víctimas del delito de trata de personas por parte de María, alias Lili Bustillos. Las afectadas mencionan haber escapado; sin embargo, viven con miedo por las represalias que su agresora pueda tomar.

“De esta forma, una vez más, las autoridades le han fallado a una mujer indígena, que no tiene recursos y que durante tres años vivió este calvario, y, además, ha tenido que esperar un año para el proceso de detención de su agresora, todo para que unas horas después y por incompetencia de las autoridades responsables esta vuelva a obtener su libertad”, expresó la Red de Formadoras Kualinemilis A.C.

De acuerdo con la organización, algunos testimonios recopilados de mujeres que han sufrido de trata para fines de trabajo doméstico por parte de María, alias Lili Bustillos, son:

“No me pagaba, no comía y no veía a mi familia” de anónimo, quien refiere que durante cinco meses vivió en “esclavitud” en el año 2017.

“Me llevó a su casa, prometiendo trabajo, yo tenía mucha necesidad y por eso fui, me dejaba encerrada con llave cuando se iba de vacaciones y no podía comer su comida, nunca me pagó. Intenté suicidarme en dos ocasiones con los productos que usaba para limpiar el baño, el día que hui una señora que rentaba ahí me ayudó, me salí sin nada, ella me trajo de regreso a mi casa, no pude denunciar porque nadie me iba a creer, en aquel entonces tenía 15 años y tenía mucho miedo”, expresó una fuente anónima que estuvo dos meses en tales condiciones hace 15 años.

“Mi mamá también cayó en esa trampa, si no fuera porque se armó de valor para forcejear con esa mujer y salir de su casa, sin dinero, ni teléfono, ni ropa, sin saber cómo andar en la ciudad de Puebla, fue una horrible experiencia para mi mamá”. Anónimo, esta experiencia sucedió hace cinco años.

“Yo igual trabajé bajo sus gritos y amenazas (de Lili Bustillos), todo porque necesitaba yo, pero nunca me pagó ni un peso, ella sí tiene derechos, nosotras no, nosotras vivimos con miedo de ella y su familia, yo necesito que pague por tratarme como esclava, logré escapar por un inquilino que tenía en ese momento. Mi prima vivió lo mismo que yo, con esa mujer”, expresó otra de sus víctimas.

“Mi mamá pasó lo mismo que leí de otras mujeres, esto fue hace cinco años, ella está dispuesta a denunciar, pero quiere protección porque la mujer la amenazó de muerte y de dañar a mi familia”

“Mi mamá también fue víctima de ella y qué coraje lo que le llegó a hacer, la quemó con aceite y le lanzó sus cosas afuera, aparte de quitarle su credencial de elector y tenerla sin comer, ojalá que pague todo el daño que hizo”, contó otra persona sobre el caso de trata de personas en Puebla por parte de Lili Bustillos, quien explotó a mujeres durante 15 años.