Fernando de Carvalho Lopes, quien anteriormente se desempeñó como técnico de la selección brasileña de gimnasia artística, fue condenado a 109 años y ocho meses de prisión al comprobársele el delito de violación hacia cuatro de sus alumnos; al menos uno de ellos era menor de edad al momento del abuso sexual.

Los hechos tuvieron lugar en el Clube Mesc de São Bernardo do Campo, una ciudad alojada en la periferia de São Paulo. A pesar de la condena, Lopes puede recurrir la decisión del juzgado de primera instancia, por lo que permanecerá en libertad en lo que se resuelve el recurso.

Abuso de poder

La juez encargada del caso señaló que el extécnico habría sacado ventaja de su autoridad sobre los alumnos para cometer las violaciones “durante un largo periodo de tiempo”, como señaló el auto citado por el portal brasileño Globo. La “gravedad” y “atrocidad” de estos actos, describió la juzgadora, lo hacen responsable de una abultada condena que deberá cumplir en régimen cerrado en un inicio.

Si bien existen más denuncias al respecto, la juez solo aceptó a trámite las de cuatro de las víctimas, mientras que citó a otras como testigos.

El testimonio revelador

La primera denuncia contra Lopes se presentó en 2016, según Globo, por obra de un gimnasta de 13 años que contó a sus padres haber sido sometido a abusos por parte del técnico. En su testimonio ante la policía, el menor acusó a Lopes por tocarle los genitales “con frecuencia”.

Solo un mes antes de que iniciaran los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, las autoridades deportivas brasileñas optaron por apartar a Lopes de la comisión técnica de la selección masculina, de la que había estado al frente en los últimos dos años.

No obstante, el caso pasó desapercibido y sobre él existieron pocos avances en el plano judicial hasta que en 2018 un programa de noticias semanal de la red Globo, Fantástico, reveló que al menos 42 gimnastas acusaban a Lopes de haber abusado sexualmente de ellos entre los años de 1999 y 2016.

Caso Larry Nassar, ejemplo de denuncia

Para arrancar con la investigación periodística existió un punto de partida. Este fue un comentario plasmado en redes sociales por Petrix Barbosa, una de las víctimas de Lopes y también medallista de oro en los Juegos Panamericanos celebrados en Guadalajara en 2011.

Al notar la trascendencia que tuvo el caso de Larry Nassar, quien fue condenado por haber abusado de decenas de gimnastas cuando era médico de la selección femenina de Estados Unidos, Barbosa contó al portal Globo la forma en que Lopes se metía en su cama con el único fin de tocarle las partes íntimas.

“Lo que más hacía conmigo era intentar molestarme todo el día. Ese agobio, esa presión psicológica contra un chaval de 10 años: bañarse juntos, espiarme, dormir en la cama conmigo aunque yo no quisiera. No sé cuántas veces me desperté con la mano de él en mis pantalones. Yo conseguía quitársela, pero había otros que no se atrevían a reaccionar igual que yo”.

La seguidilla de abusos obligó a Barbosa, de 13 años de edsd, abandonar el Clube Mesc para irse a entrenar a otra parte.