En México hay 21.9 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años que, de acuerdo con el IMCO, tiene un nivel de educación más elevado que el de las personas mayores, sin embargo, sus condiciones laborales son desfavorables y con muy bajos ingresos. 

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señaló que, a pesar del nivel de instrucción superior, los jóvenes no acceden a un mundo laboral alentador: 

“Aunque la población joven está accediendo a niveles cada vez más altos de educación, al momento de ingresar al mercado laboral enfrenta condiciones laborales que podrían afectar su trayectoria profesional, puesto que a la gran mayoría de ellos no se les garantiza la seguridad social ni otras prestaciones laborales”, alertó.

Las y los jóvenes en México tienen un nivel educativo más alto que el de las personas mayores, pues 6 de cada 10 jóvenes han concluido el bachillerato, mientras que solo 4 de cada 10 personas de 40 a 49 años lo hicieron, según el IMCO.

Además, el porcentaje de jóvenes que acceden a una educación superior ha incrementado, pues en 2005 solo el 11 por ciento concluyó la licenciatura y para 2022 el porcentaje fue del 18 por ciento.

El mercado laboral es incierto

Con todo y el incremento en el nivel educativo, el mercado laboral para los jóvenes no ofrece las condiciones de desarrollo que buscan, pues la mayoría encuentra lugares disponibles para trabajar.

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De las personas jóvenes, un 83 por ciento no se encuentra disponible para trabajar, pues probablemente estudia, pero de los que sí buscan participar en la economía, 2 de cada 10 de plano no buscan empleo, y no consideran que vayan a encontrar uno.

Por otro lado, hay 9 millones de jóvenes que sí buscan participar en la economía o ya participan, de donde la mayoría tienen un empleo de hasta 48 horas semanales y 44.9 por ciento de ellos, alcanzaron una remuneración máxima de 5 mil 186 pesos mensuales, es decir, un salario mínimo. 

También la informalidad laboral golpeó a los jóvenes mexicanos, pues de acuerdo con el IMCO, la tasa de empleo informal fue del 67.4 por ciento, mientras que la de adultos mayores fue del 75.8 por ciento.