Se sortearon cuatro boletos y medio: cuatro eran pases directos y uno mandaba directo al repechaje internacional para tratar de escalar a la Copa del Mundo Australia-Nueva Zelanda 2023. Aun con las facilidades, la Selección Mexicana no fue capaz si quiera de meter las manos en un torneo que disputó en casa (Monterrey) y donde pintaban como una de las favoritas para sellar el pase: no fue así.

El suplicio terminó con cero puntos sumados en tres partidos disputados (todas fueron derrotas), en los cuales México no metió un solo gol. Su participación en el Campeonato Concacaf W terminó demasiado pronto para un cuadro que lucía prometedora desde que Mónica Vergara tomó las riendas y llegó hasta aquí tras haber tenido giras con rivales europeos y de Conmebol y sellar victorias que ilusionaban.

El rival en turno fue una contundente máquina demoledora llamada Estados Unidos que presumen fácilmente de ser la mejor selección del mundo, algo que el pasado lunes quedó demostrado sobre el terreno de juego donde las aspiraciones mexicanas eran realmente pocas y sin embargo supieron aguantar férreas los embistes de las norteamericanas.

Al Tricolor le bastaba con hacer un gol después de que Jamaica goleara 4-0 a Haití y facilitara las cosas -por decirlo de alguna manera-, aunque la reacción no llegó ni en los primeros 45 minutos, ni en la segunda mitad ni en el 90+8 del tiempo agregado. Quienes sí aprovecharon y perforaron después de varios intentos fueron las de las barras y las estrellas, quienes con un tanto de Kristie Mewis amarraron su paso perfecto en la eliminatoria y desecharon cualquier posibilidad mexicana.

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El partido para USA era de mero trámite, ellas llegaron con el campeonato resuelto, con el pase a la Copa del Mundo y a los Juegos Olímpicos en la mano. Todavía se dieron el lujo de guardar a su máxima referente, Megan Rapinoe, para liberarla al 61’, momento en que el Estadio Universitario de Tigres se volcó en una ovación para la también activista apenas tocó el terreno de juego.

Todavía con una jugadora menos, las dirigidas por Vergara pudieron librar un resultado escandaloso, aunque la llegada a profundidad simplemente no existió y cuando pudieron solo regalaron el último toque o eran detenidas por una pierna rival que les sacaba el esférico fácilmente.

México se va con más pena que gloria en uno de los procesos que mayor apoyo financiero y moral tuvieron como respaldo. Ahora habrá que aguardar para ver si Mónica Vergara tenía razón y el proceso que ella conduce está pensado para las eliminatorias del 2027.

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