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Hasta 2023 estarán listos sitios dañados por sismo de 2017
Hasta 2023 terminará la restauración de inmuebles históricos de Puebla dañados por el sismo de septiembre de 2017, pues hace falta ejecutar 1 mil 200 millones de pesos, aunque en todo el país se prevé que la reparación termine hasta que concluya el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador en 2024.
Así lo dieron a conocer este martes la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, y el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el estado, Manuel Villarruel Vázquez, luego de participar en la inauguración de la primera etapa de intervención del exconvento franciscano de Cuautinchán.
Los funcionarios justificaron la tardanza con el argumento de que son muchos trámites antes de iniciar las reparaciones de los inmuebles, e incluso señalaron que no es lo mismo intervenir una escuela que un inmueble histórico.
En Puebla, fueron dañados por el sismo 621 espacios históricos, pero solo el 64 por ciento ya fueron intervenidos y el resto aún está en obras o ni siquiera ha comenzado su restauración, así que podrían estar más deteriorados, reconoció el director del INAH en Puebla.
Suman 2 mil inmuebles reparados
Alejandra Fraustro resaltó que los inmuebles afectados se ubican en estados como Oaxaca, Morelos, Chiapas o Tlaxcala, y hasta ahora ya se entregaron 2 mil, ya que algunos se repararon gracias a los seguros, pero también se utilizaron recursos del extinto Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
Recalcó que con el plan nacional de reconstrucción se dio recursos adicionales para atender toda esta infraestructura, pues el compromiso es concluir todas las obras en esta administración.
Algunos de los inmuebles más importantes que aún no se terminan de intervenir en Puebla son el templo de Atzala, así como el de Santo Domingo, de Izúcar de Matamoros.
Solo una etapa en convento de Cuautinchán
Respecto al exconvento de Cuautinchán, la secretaria federal detalló que se invirtieron alrededor de 11 millones 500 mil pesos solo en la primera etapa, pero hace falta otra inversión de otros 4 millones de pesos para otras áreas.
Recordó que en 2019 se aprobó el proyecto de intervención del inmueble, y ahora se prevé que la segunda etapa se termine a finales de 2023, pero dijo que ya inició.
El exconvento podrá tener nuevamente su uso religioso y social, pues se consolidó la reparación de la nave cuando fue uno de los espacios que fue catalogado con daños graves.