• Cultura

‘Nudo mixteco’, sobre la sexualidad de las mujeres indígenas

  • Dalia Estrada
“Nudo Mixteco” es un film que habla sobre el papel de la mujer en las culturas indígenas: sexualidad, identidad y los problemas con sistema patriarcal
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Ser el medio para dar voz a las causas de otros no es nada fácil, menos aún cuando se trata de una comunidad de mujeres que buscan desmitificarse de muchos constructos que son parte de una comunidad indígena alejada, en un enjambre de montañas, en la mixteca alta del estado de Oaxaca, México, donde el machismo, clasismo, racismo y todo lo que se produzca indebidamente bajo la palabra folclor refleje de manera errónea la vida de estas mujeres.

Ángeles Cruz es una cineasta mexicana que escribió, dirigió y actuó en la película “Nudo Mixteco” (2021), la cual retrata tres historias diferentes que se dan en la mixteca oaxaqueña, donde toca temas como la sexualidad de las mujeres indígenas en México, así como la homosexualidad, el abuso, la censura, la ignorancia y la lucha contra los estándares de la normatividad y el desarrollo de actividades bajo el ojo masculino.

María, Esteban y Toña, quienes son los personajes en los que se trabaja la trama, regresan al poblado de San Mateo después de estar mucho tiempo fuera y coinciden en una fiesta patronal.

En varias de las tomas se puede observar un gran contraste en su comportamiento entre como son ahora (influenciados por la ciudad) y la gente del mismo poblado, que son diferentes a ellos, pues se han quedado ahí, en el mismo ritmo de vida; sin embargo, comparten la invisibilidad que les arroja el universo donde se mueven.

Algo que es cierto y que plantea muy bien Ángeles en la película, es el difícil trabajo de regresar a casa, de volver a valorarse como personas y remover un pasado que sin duda es doloroso.

María vuelve para enterrar a su madre y ahí se encuentra con Piedad, su amor de infancia y le propone irse con ella a Ciudad de México. Esteban regresa después de tres años y se encuentra con que Chabela, su mujer, se juntó con otro hombre; molesto la somete a juicio ante la Asamblea Comunitaria; mientras que Toña revive su propio dolor ante el abuso del que fue víctima en el pasado y ahora esa es la realidad que vive su hija a manos de un tío, por lo que tendrá que protegerla y enfrentar a su familia.

Como dirían las feministas: “Existo porque resisto”

En una nota que la propia Ángeles escribió para The Washington Post señala que el cine mexicano no ha hecho justicia a las historias de las comunidades de los pueblos originarios y sólo los han retratado como personas de buenas voluntades, dejando de lado verdaderas problemáticas que deben expresarse porque no todos vivimos en la misma burbuja:

“Como mujer y como cineasta, al estar en mi comunidad volví a escuchar esas voces compartidas en susurros o envueltas en una carcajada, reconocí mis dolores, mis afectos, y frente a mi propia encrucijada se abrían otras preguntas: ¿Cuáles son las batallas que enfrentan las mujeres en la mixteca? ¿Cómo defienden su cuerpo y su derecho al gozo? ¿Cómo viven su sexualidad? ¿Cómo concilian la soledad con la fiesta que alivia sus penas?”, señala Cruz en su texto para The Washington Post.

Algo que hay que destacar es que el trabajo de Cruz no responde a ninguna investigación etnográfica o antropológica, aunque pudiese parecer que sí, sólo hace de la oralidad su modo de trabajo y a partir de ello crea una historia como ninguna otra porque está inmersa en ella, la conoce, la vive, la siente.

La cineasta afirma que escribe por necesidad y el vehículo que encuentra no es otro que lo cinematográfico y así ha venido siendo en sus anteriores trabajos, resultado de una preocupación que se instala en su interior desde el momento en que alguien le transmite la información en un intercambio de boca a boca, como Fernanda Melchor a través de un lenguaje más turbio y sucio. En los trabajos de Ángeles la oralidad se vuelve central tanto en el bosquejo del proyecto como en la articulación estructural del mismo a la hora de filmar.

Sin querer mientras escribo estas líneas pienso en “Roma” de Alfonso Cuarón y lo que dice Cruz, pues Cuarón se encargó de destacar en Cleo (Yalitza Aparicio) toda la vulnerabilidad posible, la ignorancia disfrazada de inocencia, el silencio, la ausencia porque en efecto, Cleo estaba ahí, pero no fue hasta la escena que se convirtió en la fotografía del poster de la película que se pudo ver (por medio de una mirada masculina) una empatía forzada y la vimos como Cuarón quiso que la viéramos y no sólo a ella, incluso a María de Tavira (coprotagonista) cuando las dos comienzan a entablar una “plática de mujeres”. Y ni hablar de la escena del aborto que a los ojos de esta escritora es demasiado cruel.

“Nudo Mixteco” no sólo refleja una historia donde se ve tu existencia como individuo y colectividad, sino que también pelea en la vida real por ser vista y reconocida en el mundo del cine.

Tuvo su estreno en el Miami International Film Festival para después viajar al Festival de Cine de Las Palmas, donde obtuvo el Premio del público. Ganó premio a Mejor guion y Premio del público en el Festival Internacional de Cine de Morelia; fue parte de la programación de FICUNAM e inauguró la 71ª Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional.

El pasado 12 de mayo llegó a cines comerciales, pero no todos tiene las llamadas Salas de Cine de arte, así que aquí es donde el cine independiente también intervino para hacernos llegar esta maravillosa historia.

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