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En Coyomepan sigue la rebelión contra los Celestino

  • Redacción e-consulta
El conflicto poselectoral ya se tiñó de sangre, pero los lugareños piden cesar detenciones, liberar a presos e instalar un concejo municipal
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Aunque desde hace varios años la familia Celestino Rosas se desarrolla en el ámbito político, ha sido en los últimos meses cuando la polémica los ha alcanzado a raíz del conflicto poselectoral en Coyomeapan, específicamente a Araceli Celestino Rosas, actual diputada federal por el distrito 15 con cabecera en Tehuacán.

La continuidad de la familia en la presidencia municipal ya había colmado a los habitantes que creyeron que por fin acabaría el dominio de los Celestino y se toparon con que había un as bajo la manga: el candidato a presidente municipal en junio de 2021 sería el esposo de Araceli Celestino: Rodolfo García López.

Allí se prendió la mecha. Al conflicto electoral seguirían órdenes de aprehensión contra activistas y el choque armado de hace unos días con un saldo de tres muertes que se atribuyen a policías, acusación que las autoridades niegan con vehemencia.

El ascenso de Araceli Celestino

El primer paso de la diputada como funcionaria fue en Santiago Miahuatlán, de 1999 a 2001, en donde desempeñó el puesto de secretaria, cuando Mauro Balderas Torres fue edil.

Aunque ella es originaria de San José Las Minas, la mayor parte de su carrera la desempeñó en la localidad indígena de Santa María Coyomeapan.

Araceli hizo mancuerna con su hermano, David Celestino Rosas, personaje conocido como “El doctor”, por sus estudios profesionales, quien también buscó un cargo público, siendo él quien apuntaló la carrera política de ambos en Coyomeapan, punto en que instaló un consultorio médico para la atención de los pobladores, de donde surgió la idea de aspirar a ser presidente municipal.

En 2011 “El Doctor”, tomó el cargo como presidente municipal tras haber ganado las elecciones bajo las siglas PRI y el Partido Verde Ecologista de México. Sería su primera campaña electoral y fue apoyado por el gobernador en turno, Mario Marin Torres, mientras que Araceli se hizo cargo del DIF municipal, puesto que aprovecho para hacer su campaña para los comicios de 2014.

Coyomeapan no progresó, pero la familia Celestino, sí

Durante ese trienio, “Los Celestino” empezaron a promocionar a Coyomeapan como un sitio turístico por la construcción de unas cabañas que fueron instaladas para visitantes y con la promesa de que habría beneficio para los lugareños, pero ese espacio pasó a ser propiedad privada de esa familia.

Para 2014, Araceli Celestino llegó a la presidencia municipal, también bajo las siglas PRI y del Verde, gobierno que destacó por el supuesto encubrimiento de su director de la Policía Municipal, Nicolás Quintana Coello, quien en 2018 presuntamente asesinó de dos balazos a su esposa Esther Pacheco Orozco.

Los pobladores cuentan que la presidenta municipal no quería entregar a su director quien era muy agresivo y a pesar de que se habían quejado de él seguía en funciones sin que recibiera alguna sanción.

Finalmente, personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) subió hasta la Sierra Negra en busca de Quintana Coello, quien, al verse acorralado por la autoridad estatal y por los propios pobladores que exigían justicia, huyó llevándose a su menor hija de cinco años, a quien después dejó abandonada. Más tarde el hombre fue hallado, escondido en las cabañas El Santiario”, propiedad de “Los Celestino”, según se asentó en la carpeta de investigación 1811/2018TH.

Hermana presidenta, hermano presidente

En 2018 Araceli dejó la presidencia municipal, nuevamente, a su hermano David, quien se postuló a la presidencia municipal y volvió a ganarla, pero ahora con la fórmula PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

Fue así que durante 11 años los pobladores de este municipio vivieron bajo el poder de esta familia, tiempo en el que dijeron que no prosperaba el municipio, pero sí aumentaban las propiedades de los Celestino Rosas, mientras que las pocas obras que se realizaron resultaron ser puros “elefantes blancos”.

En ese período, la actual diputada fue delegada de Ajalpan del sistema DIF, distrito en el que pretendió ser candidata a la diputación federal por Morena, sin embargo, sus planes no salieron como esperaba aunque más tarde dio la sorpresa de que sería candidata, pero ahora por el distrito 15 con cabecera en Tehuacán, por el Partido del Trabajo (PT).

Su competencia sería Luis Cobo Fernández, bajo la fórmula PRI, PAN y PRD, de la coalición, Va Por México quien, sin embargo, el 10 de abril de 2021 fue asegurado por Agentes Estatales de Investigación (AEI) por un supuesto fraude a ejidatarios de San Nicolás Tetitzintla, cuando permanecía en la fila de la Clínica 15 del IMSS en Tehuacán, dispuesto a aplicarse la vacuna contra el covid-19, Aunque hubo un candidato suplente, no era tan conocido, por lo que los Celestino Rosas obtuvieron el triunfo.

Y el candidato fue el cuñado

Cuando los habitantes pensaban que podrían librarse de la familia, ésta lanzó como candidato a Rodolfo García López, esposo de Araceli Celestino quien gana las elecciones, sin embargo, desde ese 6 de junio de 2021, día en que se realizaron los comicios, los habitantes inconformes no permitieron que ningún integrante de “Los Celestino” entrará al municipio, colocando dos retenes en los dos principales accesos a la localidad.

Los habitantes acusaron que, durante el proceso electoral, personas allegadas al candidato estuvieron dando dinero para que les favorecieran con el voto, sin embargo, ese recurso también venía con supuestas amenazas, por lo cual los habitantes no tuvieron opción más que volver a otorgar su sufragio a esta familia, a pesar del hartazgo que ya antes habían manifestado.

En medio de las protestas y a la llegada del personal del IEE, que acudió por las urnas hasta el municipio, los inconformes solicitaron repetir la elección e impidieron que todas las urnas salieran de la población. Se dijo que sólo fueron tres, las cuales le dieron el triunfo a García López.

Cambian de partido y siempre ganan

Lo que sorprende a la ciudadanía es que “Los Celestino” son originarios de San José Las Minas, en Santiago Miahuatlán, pero han hecho carrera política en Santa María Coyomeapan; Araceli en Ajalpan, después en Tehuacán, todo ello saltando de partido en partido y bajo el cobijo de ediles de la región, así como gobernadores en turno.

En Coyomeapan creció el conflicto poselectoral, ya que después de los comicios ya no se le permitió la entrada “al doctor”, quien a mediados de octubre de 2021 le dio la batuta a su cuñado, esposo de su hermana Araceli, por lo cual tuvo que terminar su gestión en Tehuacán, en donde también rindió su último informe de gobierno.

En ese contexto surgió el movimiento “Unidad Por Coyomeapan”, integrado por indígenas quienes se dijeron “hartos de ser gobernados bajo el cacicazgo de los hermanos Celestino Rosas”, quienes desde el 6 de junio de 2021 hasta el 2 de septiembre de ese mismo año se mantuvieron en pie de lucha, cuando cuatro de ellos fueron llevados al CIS de Ajalpan, punto que determinaron para llevar a cabo un diálogo por el conflicto poselectoral, con autoridades del estado.

Los activistas denunciaron que las intenciones del gobernador de PueblaLuis Miguel Barbosa Huerta, no eran llegar a ningún acuerdo sino detenerlos y así fue que se ejecutaron cuatro órdenes de aprehensión en contra de los líderes del movimientoEruviel Águilar GómezAnastasio González SanginezBasiliza Montaño Gutiérrez y Gonzalo Martínez Herrera.

El aseguramiento de los cuatro activistas solo provocó que el movimiento se radicalizara y el mensaje al gobernador fue claro: “seguiremos en pie de lucha, no queremos a los Celestino”.

Días después del triunfo de Araceli como diputada federal, varios medios locales manejaron la versión de que ahora busca la presidencia municipal de Tehuacán y hay quien asegura que ya inició campaña.

A la diputada ya se le cuestionó sobre sus intenciones con la presidencia municipal de Tehuacán, pero solo se ha limitado a contestar que ella está concentrada en trabajar en el cargo que actualmente desempeña.

La crisis se desbordó; hay 3 muertos

Los habitantes de Coyomeapan argumentaron que la represión hacia su pueblo continúa y los tres fallecimientos ocurridos apenas el pasado 9 de mayo en el paraje conocido como Cohatzalco, en los  límites de San Pablo Zoquitlán y Santa María Coyomeapan, en la Sierra Negra de Puebla, cimbró a varios sectores que voltearon por fin a ver a esta comunidad.

Nos empezaron a disparar, hubo tres muertos, nuestros compañeros heridos, los estatales nos trataron como animales, no como seres humanos, señalaron víctimas de la agresión de policías

Varios medios de talla nacional documentaron los hechos y es que la muerte de los tres habitantes de Coyomeapan había sido negada en un principio por la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, que sólo mencionó que hubo heridos, no muertos, ya que cuando los policías se retiraron del lugar no se percataron de los fallecidos, además dijeron que fue un enfrentamiento, pues los uniformados solo respondieron al ataque de los pobladores, pero los pobladores comentaron que no llevaban armas.

Los heridos fueron llevados a hospitales de la ciudad de Tehuacán. Los más graves fueron internados en un hospital particular. Se trata de Marco Antonio Solis y Lauro Gil Arguelles, ambos profesores de primarias indígenas y aunque cuentan con el seguro que les otorga la SEP, por seguridad no lo hicieron valer.

Son los habitantes del pueblo de Coyomeapan, quienes a través de cooperaciones voluntarias están costeando los gastos.

Asimismo, señalaron que los dos docentes cuentan con órdenes de aprensión, entre las más de 30 que existen en contra de pobladores, situación que los orilló a apartarse de las aulas por un tiempo, por lo que temen que una vez que se les dé de alta puedan ser ejecutados y ahora sean seis los detenidos, ya que desde el primer momento en que fueron ingresados a este hospital con razón social Sagrado Corazón de Jesús, acusaron que una patrulla de la Policía Estatal los mantiene en custodia las 24 horas del día.

Las tres víctimas mortales fueron Marcelo Carrera Bolaños, Teófilo Barrera Herrera y Omar Herrera Raymundo, que el pasado jueves 12 fueron sepultados en el panteón municipal de Coyomeapan.

Los rostros de coraje y las lágrimas se manifestaron entre los más de 3 mil asistentes, quienes advirtieron que les duelen sus muertos, sin embargo, esta situación no los hará tener miedo, al contrario, seguirán con el movimiento hasta que sean escuchados.

Un día después de los fallecimientos, la diputada Araceli Celestino Rosas, ofreció una rueda de prensa ante medios locales, en la que mencionó que los pobladores que habían sufrido el ataque acababan de salir de la cárcel y eran parte de la delincuencia en la zona.

Lo que exigen los habitantes es una mesa de diálogo con el gobierno estatal para que se instale un Concejo Municipal integrado por pobladores de ese municipio, que se retiren las órdenes de aprehensión y sean liberados los cuatro activistas presos.

El mensaje de uno de los pueblos indígenas más pobres de todo el país es claro: no quieren de vuelta a los Celestino Rosas, de ninguna manera. Su lucha ha llegado a varios rincones de México y esperan que alguien pueda hacer algo al respecto.

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