A nadie se le va a olvidar el sábado 5 de marzo de 2022, día que quedará marcado por ser uno de los más trágicos para la historia del futbol mexicano. Lo que se pintó como batalla campal entre las porras de Querétaro y Atlas dejó un saldo de más de 20 personas lesionadas. Imágenes cruentes con episodios dantescos corrieron por todos lados y llegaron hasta otros países gracias a las redes sociales, donde pudieron observarse cuerpos sobre el suelo (ensangrentados y hasta desnudos), familias escudándose con lo que tenían a la mano y miles de aficionados sin saber cómo reaccionar. Sin embargo, este solo es uno de muchos escándalos que rodean al club Querétaro.

Por todo lo anterior, el presidente ejecutivo de la Liga MX, Mikel Arriola, notificó el veto momentáneo del estadio Corregidora para no recibir ningún tipo de actividad futbolística hasta que puedan establecerse los hechos, algo que pone en juego la permanencia en la primera división de un club que ha caminado en la cuerda floja desde hace muchos años.

Narco-gallos

Corría el año de 2004 cuando la entonces Procuraduría General de la República reveló gracias a una investigación que su expropietario, Tirso Martínez Sánchez, conocido como El futbolista y también dueño del club de Irapuato y de Ciudad Juárez, tenía vínculos con el narcotráfico.

Durante el periodo de 1995 a 2003 (ocho años), Tirso Martínez utilizó a varios equipos del futbol mexicano que militaban en la Primera División (hoy Liga MX) y de la Liga de Ascenso, como Querétaro, Irapuato, Venados de Yucatán y La Piedad para lavar dinero al Cártel de Sinaloa. Fue gracias a una auditoría realizada por la Federación Mexicana de Futbol (FMF) como pudo detectarse las diversas irregularidades en los clubes de Irapuato y Querétaro.

Gracias al recurso obtenido del narcotráfico, Tirso Martínez (conocido también como El Mecánico o El Centenario) confesó que se encontraba a cargo de los lotes de cocaína que ingresaban a Nueva York, Los Ángeles y Chicago y que con ello obtuvo ganancias por 70 millones de dólares, monto que le sirvió para adquirir propiedades, automóviles y equipos de futbol, además de gastarlo en peleas de gallos y juegos de azar.

El futbolista fue aprehendido en León, Guanajuato, en el ya lejano 2014 para luego ser extraditado a Estados Unidos en 2015. En la actualidad se encuentra preso en una cárcel federal de Estados Unidos, acusado por traficar cocaína. Tirso Martínez también testificó contra Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2018, ahí confesó haber tenido participación en el tráfico de drogas.

Venta polémica

Más recientemente, la venta del club Querétaro en 2002 estuvo ligada a la red de lavado de dinero por la que se le acusó al abogado Juan Collado. En sus comparecencias del 20 y 25 de junio de 2021, el empresario Sergio Hugo Bustamante Figueroa dijo que José Antonio Rico Rico y Collado utilizaron créditos otorgados por Libertad Servicios Financieros S.A de C.V. para comprar a los Gallos Blancos.

Bustamante Figueroa señaló en la denuncia de hechos que en 2002 José Muñoz les ofreció a él y a José Antonio Rico (quien era uno de los dueños de Caja Libertad) la adquisición del club Querétaro. Este trato se concretó por ocho millones de dólares y en él también participó Tirso Martínez. El pago se hizo mediante abonos a facturas por servicios “fantasma” de otras empresas de El futbolista.

La declaración de Hugo Bustamante dice que Juan Collado recibió parte de los 8 millones de dólares que pagó Amado Yáñez, propietario de Oceanografía, para hacer válida la compra del Club Querétaro, aunque le fue confiscado por el Gobierno Federal un año después por otro fraude bancario.

Una vez que se supo de los fraudes de Oceanografía, el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) puso en subasta a los Gallos Blancos, mientras que Amado Yáñez fue enviado a la cárcel.

Deuda millonaria

La Federación Mexicana de Futbol compró al club Querétaro en 2004 para poder desaparecerlo, lo que ocasionó que varios jugadores del equipo se quedaran sin trabajo. Aunque Jorge Vázquez Mellado, entonces presidente del equipo queretano, se opuso a la venta, al final aceptó la oferta de la FMF.

Esto generó que algunos futbolistas (entre ellos Joaquín Moreno, Julio César Yegros y Christian Traverso) acudieran a la Comisión de Resolución de Controversias para que les fuera respetado el 70 por ciento del adeudo que tenían con ellos y que iba desde sueldos, primas y bonos tras la desaparición del club.

Grupo Imagen, amos y señores

Para el 2014, la conductora Inés Sainz estuvo muy cerca de comprar el equipo queretano, aunque se guardó las ganas debido a que su socio Olegario Vázquez Aldir anunció que una de sus empresas (Grupo Imagen) había adquirido el club.

La conductora presentó la denuncia formal ante las autoridades sobre que había un presunto contubernio entre funcionarios del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes y de la entonces PGR para la venta del equipo, que en ese momento era propiedad de Amado Yáñez.

Sainz reconoció que mantiene querellas en contra de Vázquez Alfir, pues comentó que fue a base de engaños como lograron dejarla fuera. Ella y su esposo habían calculado que el club Querétaro valía alrededor de 45 millones de dólares, pero tras acudir al SAE se dieron cuenta que solo se requerían 12 millones para la compra. Sin embargo, tras comentárselo a Olegario Vázquez, este “salió corriendo” y se adelantó para adquirir, finalmente, a los Gallos Blancos.

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