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Ramiro vivía solo y desapareció en Puebla; su hija lo busca

  • Magarely Hernández
Ramiro Sosa García fue visto por última vez el 13 de enero en su domicilio, ubicado en la colonia Tres Cruces
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De Ramiro Sosa García nadie sabe nada desde el 13 de enero, y su número de celular ya es utilizado por otra persona, quien aseguró que se lo cedieron. Cuando su hija Casey acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla para denunciar la desaparición de su padre, le dijeron que alguien más ya lo había hecho sin avisarle.

En entrevista con e-consulta Casey explicó que ella vive en el municipio de Huejotzingo junto a su hijo, mientras que su papá, de 53 años de edad, vive solo en la colonia Tres Cruces, en la ciudad de Puebla. La última vez que los tres estuvieron juntos fue en diciembre pasado, en los festejos de fin de año.

“Mi papá y yo no somos de estarnos comunicando a cada ratito. Yo pensaba que él estaba bien, trabajando, y resulta que desde el 10 de enero nadie lo ha visto. Lo peor es que yo me acabo de dar cuenta”, refirió.

A decir de su hija, don Ramiro no domina las redes sociales y fue precisamente esto lo que causó alerta en ella, pues hace unos días notó que cambió la foto de perfil de WhatsApp, y cuando se trasladó a la capital para buscarlo, las vecinas le dijeron que no lo ven desde hace más de un mes.

Casey intentó comunicarse con él sin éxito y, al pedirle a amigos y conocidos que llamaran al que era su número, contestó una persona desconocida, la cual sostuvo que ese número telefónico ya era de ella, no de Ramiro.

Los vecinos comentaron a Casey que vieron por última vez a su papá el 13 de enero. Ese día el señor lavó su ropa, la colgó en los tendederos y después se fue, pero ya no regresó, e incluso sus prendas se quedaron en el mismo lugar que las dejó.

Antes de presentar la denuncia por desaparición, Casey buscó sin a su papá en distintos hospitales, pero en la Cruz Roja le recomendaron acudir a la FGE, y así lo hizo, pero se llevó una sorpresa.

El domingo 20 de febrero rindió su declaración y le comentaron que no podían abrir una carpeta de investigación porque alguien denunció antes la desaparición de Ramiro Sosa García.

La denuncia la hizo una mujer de nombre Gloria Treviño, quien es media hermana de Ramiro. Sin embargo, Casey no la conoce porque nunca ha convivido con su familia paterna.

En su relato, Gloria dijo que uno de sus hermanos vio por última vez a Ramiro el 10 de enero en su taller de carpintería, ubicado en el mismo domicilio que renta.

Por la desaparición del señor la FGE abrió la carpeta de investigación 133/2022. Su hija sigue buscándolo, pero no ha obtenido indicios sobre su paradero.

A Casey le preocupa la integridad de su papá porque, aunque no se comuniquen a diario, él siempre le hace saber cuándo se va por algún tiempo y esta vez no fue así.

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