Dos personas perdieron la vida y 20 permanecen desaparecidas por las inundaciones y deslaves ocasionados por las lluvias registradas en las últimas horas en el centro y oeste de Japón.

El incidente más grave se ha producido en la localidad de Atami, a unos 90 kilómetros de Tokio, y conocida por sus aguas termales, donde las fuertes lluvias provocaron deslaves de tierra que arrasaron una decena de viviendas y dejaron 20 personas desaparecidas.

El deslave se produjo este sábado, según un responsable municipal de Atami, quien agregó que "varias casas fueron barridas”. Unas 2.800 casas permanecen sin electricidad, según la empresa eléctrica Tepco.

El primer ministro nipón, Yoshihide Suga, ha convocado una reunión de emergencia con el ministro a cargo de desastres naturales, Yasufumi Tanahashi, para analizar la situación.

En Hiratsuka, las autoridades han ordenado la evacuación debido al desbordamiento de un río, mientras que en otras zonas del centro y el oeste del país las inundaciones y deslaves han dañado puentes y carreteras y arrasado numerosas viviendas.

La Agencia Meteorológica de Japón ha alertado del riesgo de que se sigan produciendo inundaciones y deslizamientos de tierra durante el fin de semana.