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Piden rediseñar políticas para atender salud mental de los mexicanos
Es importante generar políticas públicas que atiendan las principales necesidades de salud en el país en el corto, mediano y largo plazo, en donde en el corto plazo es seguir salvando vidas porque ahí no hay vuelta de hoja, con los recursos necesarios, instalaciones, medicamentos, y poder salvaguardar la vida de los mexicanos, expresó Víctor Manuel Caballero Solano, Director de la Facultad de Medicina de la UPAEP.
Agregó que salvar la vida de los mexicanos ante el Covid-19 es una política pública prioritaria, sin embargo, hay otras de mediano y largo plazo, como el lograr mitigar el impacto de lo que son los efectos a la salud, a la vida social y económica de México que también deben ser atendidos.
Además de que la actual pandemia ha desencadenado diferentes crisis, como la sanitaria en donde tenemos la salud física y la salud mental como una de las más importantes afectaciones en la población, pero también está crisis socioeconómica, que también debe ser abordada de manera integral porque ya es año de confinamiento con una afectación importante en la vida social y económica de México, indicó Víctor Manuel Caballero.
Afirmó que hay una tercera política pública que es a largo plazo y que tiene que ver con la tarea de adecuar leyes y establecer reglamentos, operaciones y procesos para restaurar la vida social, la vida económica y sanitaria de los mexicanos, en donde se pueda incluir la salud física y mental de las personas.
Dijo que en la medida en que se tengan recursos públicos y privados, las personas podrán tener una mayor y mejor atención a la salud, porque todo cuesta. Al señalar que cuando se habla de gratuidad, en donde todo es gratis, siempre hay alguien que lo está financiando y en este caso, generalmente son los impuestos de los mexicanos los que financian todos los sistemas y servicios de salud, por ello, es importante reactivar la economía para tener garantizada en el largo plazo servicios de salud eficientes y sobre todo efectivos.
Asimismo, comentó que es necesario hacer una evaluación como política pública de la situación que guarda el sector salud, con todos los acontecimientos que todos conocemos, fallecimientos de médicos, enfermeras, trabajadoras sociales, psicólogos, entre otros, que han provocado que el sector salud, se vea mermado por la mortalidad de estas personas.
Abundó que otro rubro a reconsiderar dentro de las políticas públicas, es la reasignación presupuestaria que está destinada para el sector salud, la cual es insuficiente; además de buscar el fortalecimiento del propio sistema de salud, ya que éste en los últimos meses se ha orientado a fortalecer el tercer nivel de atención, es decir, más ventiladores, más camas y más espacios, todo esto a nivel hospitalario.
Indicó que no se está atendiendo eficientemente el primer nivel de atención que es el primer contacto con las personas, en donde se establece un diagnóstico inicial y en consecuencia es necesario fortalecer las acciones de prevención, de promoción y educación para la salud, tres acciones fundamentales que requieren toda una política pública, toda una reasignación de recursos humanos y financieros para poder garantizar que la gente no se enferme.
Caballero Solano subrayó que como política pública se necesita mejorar y eficientar más el procedimiento de vacunación en México, no es suficiente llevar cerca de 4 millones de mexicanos vacunados y que sólo una parte del sector salud esté inmunizado.
Agregó que la vacunación tiene que ser acelerada y esto significa, una mayor gestión para la obtención de más vacunas y reasignación presupuestal, porque a nivel mundial podemos observar cómo otros países están avanzando rápidamente en la vacunación de sus poblaciones.
Destacó que México tiene una amplia experiencia en el campo de la vacunación, es uno de los países a nivel mundial que durante muchos años ha logrado controlar enfermedades a través de la vacunación, ha erradicado enfermedades, y comentó que hoy por hoy, ese potencial enorme que tiene el personal de enfermería y su ‘expertis’ no está siendo aprovechado al máximo. “Se ha creado un aparato muy burocrático de vacunación que está impidiendo de manera eficiente llegar a toda la población, porque se está privilegiando lo político y no lo sanitario”.
Expresó que es importante establecer también una política pública que permita desarrollar más proyectos de investigación en el país, porque no se está aprovechando la capacidad y talento de los mexicanos, mediante el incremento de un presupuesto para este rubro, tanto en el campo clínico como biotecnológica y contar con mejores herramientas y depender menos del extranjero.
En ese orden de ideas, señaló que urge atender el tema de la salud mental de la población, ya que por el confinamiento prolongado, ha sido dañino para la salud de las personas, con efectos negativos, como el cambiar nuestro estilo de vida, generando fatiga pandémica, e incrementando de acuerdo a algunos reportes, la violencia intrafamiliar, generando la ‘cercanía ausente’, en donde las personas viven todos juntos en la misma casa, pero no se comunican adecuadamente y las situaciones de miedo, angustia y estrés que han experimentado un número significativo de familias y que ha alterado la salud mental de las personas.
Por ello es importante generar una política pública que eduque, que restaure y repare la salud mental de los mexicanos, porque no basta con la programación que se tiene en estos momentos. “México requiere de un rediseño de lo que se está haciendo llegar a los hogares para que los mexicanos salgan fortalecidos. Modernizar los servicios de salud mental, que hoy siguen siendo lugares en donde se confina a una persona con una enfermedad mental, no es suficiente, y tratar temas de conducta de las personas, como los trastornos alimenticios que no se están atendiendo de manera eficiente en México, como bulimia, anorexia, obesidad y sobre peso, por mencionar algunos”.
Finalmente dijo que la población más afectada en estos momentos son los niños y jóvenes que hoy están padeciendo todas las crisis juntas provocadas por el confinamiento.
Por lo tanto, las políticas públicas deben orientarse para que niños y jóvenes que han vivido un año confinados, puedan salir adelante y mejorar su salud física y mental, al igual que el resto de sus familiares.