• Sociedad

México consume mucho pavo y la mayoría es importado de EU

  • Maribel Morillón
El origen prehispánico del guajolote se ubica en Puebla y Morelos
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El guajolote es una de las especies más populares por consumo alimenticio en la temporada decembrina.

Aunque en la actualidad la mayoría de estas aves se importan desde los Estados Unidos de América, se presume que su origen prehispánico se remonta a la zona que ahora ocupan Puebla, Morelos y el Valle de México.

La información es parte de una investigación de Eduardo Corona Martínez del centro INAH en Morelos, publicada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el número 963 del suplemento cultural denominado El Tlacuache.

El guajolote, que en sus diferentes variantes también suele ser conocido como pavo, se vuelve el alimento principal en las celebraciones decembrinas ya que se consume el 83 por ciento de la producción mexicana en un promedio de kilo y medio por persona.

Dentro de las especies más populares de esta ave se encuentran el ocelado (meleagris ocellatal y el norteño (meleagris gallopavo), que es el más conocido debido a que es animal de corral  y tiene una mayor interacción con las comunidades humanas.

El origen del guajolote norteño se ubica en la zona del Altiplano en México y  durante el período de la conquista se dejaron rastros del ave en poblaciones del centro del país como Guerrero, Michoacán, Estado de México, Distrito Federal, Puebla y Veracruz.

Según la investigación, no hay evidencia suficiente para suponer si eran especies originarias o domesticadas. El investigador Eduardo Corona Martínez construyó un mapa para rastrear los cambios en la distribución del ave con base en registros arqueológicos de localidades mexicanas desde hace 11 mil años.

Este mapa señala que para el período preclásico los registros del guajolote se concentran en la cuenca de México, Puebla y Morelos, incluso en este último estado se documentó un ejemplar completo como parte de una ofrenda de entierro en un personaje femenino.

La investigación señala que los grupos olmecas fueron los primeros en llevar el guajolote hacia las zonas de vivienda y los incorporaron tanto a su economía como a su modo de vida, por lo que en algún momento se le atribuyeron elementos simbólicos, a diferencia de aquellos lugares en donde simplemente se les dieron atribuciones alimentarias.

Para el período clásico el guajolote se expandió en toda Mesoamérica y por ello es que se encuentra en la zona de Teotihuacán así como en otras localidades del centro del país y del occidente, tales como Jalisco y Michoacán, mientras que para el período posclásico se encuentra ya en la zona Maya de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, así como en la parte norte en Zacatecas y Chihuahua.

De este modo se puede confirmar la relación que tuvo el guajolote con los pueblos mesoamericanos pues si bien no era un objeto de consumo generalizado eran consideradas aves para personajes principales, como lo eran los patos, las palomas y las codornices.

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