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Félix Gracia Témich: del INAOE al telescopio más grande del mundo
La lectura de un libro de Daniel Malacara y el sueño de construir su propio telescopio llevaron a Félix Gracia Témich hasta las Islas Canarias donde, desde hace 14 años, trabaja en el desarrollo de la instrumentación para el GTC, el instrumento óptico más grande del planeta.
Originario de Catemaco, Veracruz, el Dr. Félix Gracia estudió la licenciatura en Física en la Universidad Veracruzana, y la maestría y el doctorado en Óptica en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).
Desde hace 14 años trabaja en el Departamento de Óptica del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) desarrollando proyectos con fibras ópticas para uso en astronomía. Es, además, un divulgador de la ciencia nato.
“Los grandes telescopios requieren grandes instrumentos y cada instrumento puede pesar varias toneladas, es complicado colocarlos en el plano focal del telescopio, así que una manera de poder redirigir esa luz es a través de la fibra óptica”, comenta respecto a su labor.
Actualmente trabaja en los proyectos NIRSP (La Silla-3.6m diam.), HORuS (GTC-10.4m diam.) y ARES, pero también ha trabajado para los proyectos HARMONI (E-ELT- 39m diam.), EDIFISE (TCS- 1.5m diam.), ESPRESSO (VLT- 8.2m diam. x 4), SIDE (GTC- 10.4m).
“Particularmente me dedico al diseño, fabricación e integración y pruebas de sistemas ópticos para grandes telescopios. Mas particularmente en el uso de fibras ópticas para uso astronómico”, comenta el Dr. Gracia.
El Dr. Gracia es originario de Los Tuxtlas, Veracruz, “la región donde abundan los conejos”: “Allí estudié hasta el bachillerato, después me fui a Xalapa a la Universidad Veracruzana a estudiar Física. Estudié Física porque cuando era chavillo en la secundaria me encontré con un libro de divulgación del Fondo de Cultura Económica, Telescopios y estrellas, del Dr. Malacara, que decía cómo fabricar un telescopio con cosas comunes, y yo quise hacer mi telescopio, pero cuando comencé a buscar los materiales para hacerlo no encontraba los abrasivos, comencé trabajando con lijas, las quemaba, las colaba, no hice nada. En el bachillerato quería estudiar Química, pero yo quería hacer mi telescopio y me dije voy a estudiar Física porque seguro que ahí saber la gente hacer cosas de ese tipo. Nadie sabía”.
En el último semestre de la universidad tomó clases de Óptica con el Dr. Gustavo Zurita, “quien por cierto me regalo mi primera red de Ronchi para probar mi espejo”. El Dr. Zurita había intentado convencerlo de estudiar en la BUAP, pero quien definitivamente hizo que se inclinara por el INAOE fue la Dra. Elsa Recillas, astrofísica del INAOE.
“La Dra. Elsa Recillas en ese mismo semestre nos dio una charla del GTM y me dijo que en el Instituto tenían un Taller de Óptica y no lo dude. Después de aprobar los propedéuticos de ingreso, la historia de mi telescopio llegó a su fin nueve años después: con la gente maravillosa del Taller de Óptica en un mes lo terminé. Por eso me dedique a la Óptica, pero quizás tal vez esto se remonte aún más atrás de la secundaria, pues recuerdo que el primer sistema óptico que monté fue un proyector con unas gafas que se le quemaron a mi padre en el campo y pedazos de película que recogía de la basura del cine de mi ranchito. Tendría como nueve o diez años, desde entonces la luz me estaba llamando”.
Interrogado sobre los retos a los cuales se ha enfrentado en el extranjero, el Dr. Félix Gracia manifiesta que el primero y más importante es salir y superar los miedos de no estar a la altura de lo que se le pide a uno.
“Siempre me acuerdo que una vez el Profe (Alejandro) Cornejo me preguntó: -¿sabes por qué era muy bueno Babe Ruth?, respondí: -¿el beisbolista?, pues la verdad no lo sé. Y él me dijo: -era un buen lanzador y bateaba todo lo que le pusieran enfrente, eso es lo que tienes que hacer de ahora en adelante, lanzarte y batear sin achicopalarte. Este consejo me ha permitido afrontar a los grupos de trabajo con los que he tenido que colaborar en los diferentes proyectos en los que he estado involucrado: ingleses, franceses, italianos, suizos, alemanes, canadienses, chilenos, etc. Terminas dándote cuenta de que todos somos iguales y que en algunas cosas podemos ser mejores y en otras tenemos que superarnos”.
Finalmente, asevera: “Como he egresado del INAOE puedo decir que académicamente tenemos una formación completa con la cual podemos competir con cualquier institución de nuestra área de cualquier parte del mundo. Lo que significa para mí el haber estado en el INAOE fue primero haber alcanzado el sueño de haber fabricado mi primer telescopio y la calidez de su gente”.