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Juez obliga a resolver permiso a proyecto minero en Puebla
La minera Almadén Minerals informó que el Segundo Tribunal de Distrito en Puebla resolvió que la existencia de un amparo no debe detener a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) del estudio y aprobación del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) necesario para el proyecto de extracción de oro y plata en Ixtacamaxtitilán.
A través de un comunicado, la empresa canadiense dio a conocer el fallo con respecto a la solicitud de permiso ambiental para el proyecto "Ixtaca Precious Metals, México", una mina a cielo abierto para extraer oro y plata en la que se invertirían 74 millones de dólares y trabajos por 11 años que dejarían ganancias estimadas en 284 millones de dólares.
La falta de consulta popular a las comunidades indígenas de la zona así como la sospecha fundada de que el proyecto derivará en un deterioro ambiental para el sistema hídrico de la región, llevó a que organizaciones y pobladores de Tecoltemi interpusieran un amparo en 2015 que permitió detener el proyecto de la Minera Gorrión, subsidiaria de Almadén.
El pasado 4 de febrero la empresa canadiense presentó un recurso de incidente para impugnar una decisión de octubre de 2019 de la Semarnat de suspender su revisión de la solicitud de permiso ambiental del proyecto "Ixtaca" hasta la resolución del amparo con respecto a algunas de las concesiones mineras en el área de dicho proyecto.
En este contexto, la empresa informó que "el Tribunal también confirmó que la existencia del amparo no impide que la Semarnat resuelva la solicitud de permiso MIA y que se encuentra libremente de actuar dentro de su jurisdicción y autoridad con respecto al examen de la MIA", según se expone en el comunicado.
Almadén Minerals señaló que ante esta decisión espera una respuesta de la Semarnat a la decisión del Tribunal, por lo que actualizará a los accionistas cuando se tenga más información sobre el impacto de esta decisión en la revisión del permiso MIA, que es lo único que detiene el proyecto.
La compañía ha intentado revertir la postura de la gente que rechaza el proyecto diciendo que la mina a cielo abierto no usará agua del río Apulco y que solo se abastecerá de agua de lluvia a través de la creación de dos presas, además de prometer empleo directo a 600 personas de las comunidades cercanas y dejar millones de pesos en recursos a través del pago de impuestos.