• Salud

Mitos y verdades de la sanitización contra el Covid-19

  • Vanessa Cid
El problema para enfrentar la pandemia consiste en que hay percepciones erróneas de cómo se puede evitar el virus.
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Prácticas como quedarse en casa, higiene personal, desinfección de espacios comunes, el uso de cubrebocas al salir a la calle y mantener la sana distancia son algunas de las medidas recomendadas para evitar la propagación del coronavirus.

Cuando comenzó la pandemia en Wuhan, China circulaban imágenes de escuadrones limpiando las calles, a través de redes sociales. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mencionó que esta medida no era funcional  por ineficaz, ya que era poco probable que el rociado alcanzara todas las superficies durante el tiempo de contacto necesario para desactivar los agentes patógenos; además las calles no estaban consideradas como puntos de infección.

De acuerdo con el doctor Carlos Magis Rodriguez, especialista en Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el problema para enfrentar la pandemia consiste en que hay percepciones erróneas de cómo se puede evitar el virus.

Según Magis Rodríguez, el virus no está en las calles y de nada sirve limpiarlas con estrategias parecidas a los que utilizan los fumigadores de cucarachas. Del mismo modo, indicó que la palabra “sanitize”, es un verbo inglés cuya traducción más apropiada es desinfectar. De modo que la palabra es un anglicismo que se ha utilizado en nuestro país para referirse a una limpieza más profunda.

Desde esta perspectiva, el doctor Alejandro Sánchez mencionó que la sanitización se entendería como la reducción en gran medida de la cantidad de agentes patógenos. Del mismo modo, indicó que los virus no funcionan igual que las bacterias, puesto que las partículas virales no son organismos vivos, sino material genético envuelto en grasas y proteínas.

El experto declaró que las moléculas de jabón se meten como una cuña en la capa de grasa del virus y la rompen; de manera que cuando la membrana de grasa se disuelve, el material genético queda expuesto y se inactiva. Por ello, dijo que las partículas del coronavirus se pueden destruir con medidas básicas de higiene; sin embargo, la gente no suele seguirlas.

Explicó que el uso de alcohol también puede disolver una parte de la cubierta del virus, pues tiene una limpieza del 70%. El etanol contenido en una solución de agua a este porcentaje tiene el balance perfecto para que perdure. De esta forma, señaló que esta sustancia es ideal para limpiar superficies metálicas.

El doctor explicó que los tapetes sanitarios  que buscan desinfectar las suelas de los zapatos con cloro diluido o con alguna otra sustancia desinfectante, sólo son eficaces si se realizan actividades al ras del suelo, pero no son tan eficaces contra el virus,  pues el suelo no es una vía con la que una persona se pueda contagiar fácilmente.

Otra estrategia utilizada, son las lámparas UV. Al respecto la OMS dijo que no deben usarse para desinfectar las manos u otras áreas de la piel, pues la radiación UV es irritante.

También es común encontrar en las entradas de algunos establecimientos rociadores de una solución desinfectante en aerosol; sin embargo, la Secretaría de Salud informó que no existe evidencia científica sobre su eficacia de desinfección efectiva del virus. Desde esta perspectiva, el doctor mencionó que estos rociadores podrían facilitar la diseminación del virus que pudiera estar presente en cabello, ropa o pertenencias de las personas, lo cual aumenta el riesgo de dispersión del virus.

La institución señaló que este tipo de tecnología podría generar una falsa sensación de seguridad, de manera que las personas podrían descuidar las medidas básicas de prevención, como el  frecuente lavado de manos, uso correcto de cubrebocas y mantener la sana distancia.

El especialista concluyó que de nada serviría que sanitizaran al cliente al llegar si en la cocina no usan cubrebocas, no hay un lavado frecuente de manos o no se mantiene la sana distancia entre los comensales o clientes de un establecimiento. Por ello, dijo que el reto más importante es convencer  a la población de que algo tan simple como el uso de agua y jabón, así como el uso de cubrebocas y la sana distancia son la solución.

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