El 9 de septiembre de 2019, un hombre llegó a la oficina de la saxofonista María Elena Ríos Ortiz para realizar un trámite migratorio. El sujeto llevaba una cubeta con dos litros de ácido y en el momento en que ella se descuidó, el tipo le arrojó el ácido en la cara, el pecho, brazos y piernas.

María Elena Ríos Ortiz reconoce que hay día en que desea haber muerto, porque no se quiere, ni se acepta en su cuerpo doliente. María Elena Ríos Ortiz afirma que a las mujeres que sobreviven a un ataque de ácido no les queda más que ser fuertes y juntar sus pedazos todos los días.

En una entrevista que María Elena Ríos Ortiz le dio a la periodista Blanche Petrich, del diario La Jornada, se asegura que Juan Vera Carrizal fue quien ordenó el ataque con ácido.

María Elena Ríos Ortiz es originaria de Huajuapan de León, Oaxaca, y estudió Comunicación en la BUAP. En las tardes estudiaba música y se convirtió en saxofonista. De regreso a Oaxaca, María Elena Ríos Ortiz comenzó a trabajar al lado de Juan Vera Carrizal y tiempo después comenzaron una relación sentimental.

En la nota de Blanche Petrich se asegura que Juan Vera Carrizal tiene 56 años, es casado, fue diputado del PRI, y es dueño de 16 gasolinerías en Oaxaca y de una estación de radio.

María Elena Ríos Ortiz asegura que desde el principio, Juan Vera Carrizal la maltrató, la hizo sentir insegura, le decía que era fea, burra, zorra y puta. El sujeto aprovechaba cualquier ocasión para humillarla y empujarla.

Ella reconoce que en ese tiempo se sentía incapaz de romper la relación porque el sujeto la envolvía con sus palabras y le lanzaba advertencias de que Dios la castigaría si lo abandonaba.

Durante la entrevista, María Elena Ríos Ortiz le contó a la periodista Blanche Petrich que en una ocasión Juan Vera Carrizal la llamó al extranjero y que cuando ella llegó él la agredió. Ella le respondió y le clavó las uñas, pero el sujeto le advirtió que la entregaría a la policía. Como pudo, ella escapó y regresó a México.

Cuando María Elena Ríos Ortiz encontró la fuerza suficiente para dejar a Juan Vera Carrizal se separó de él y comenzó a hacer su vida, pero fue entonces cuando él envió a dos sujetos para que le arrojaran ácido en la cara y le destruyó la vida.

Ella asegura que cuando la llevaban en la ambulancia le habló por teléfono a Juan Vera Carrizal para contarle lo que le había ocurrido y afirma que cuando le dijo que le habían arrojado ácido, el sujeto se río.

María Elena Ríos Ortiz vive con dolor físico y moral y asegura que sólo una vez se ha visto al espejo y que no se reconoce. La recuperación le llevará años y sabe que no será completa.

Afirma que ni siquiera sabe si algún día volverá a tocar el saxofón porque desconoce si las cicatrices de la boca le permitirán amoldarse a la boquilla.

María Elena Ríos Ortiz no sólo tiene que hacerle frente al dolor físico, sino también a las criticas de algunas personas que dicen que ella se buscó lo que le pasó.

Actualmente María Elena Ríos Ortiz vive refugiada, con dolor y miedo. El sujeto que ordenó que le arrojaran ácido en la cara continúa libre y de cuando en cuando filtra información, les entrega a los portales locales comunicaciones privadas que en alguna ocasión ella le envió.

Aquí puedes ver la entrevista original completa: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/02/24/a-una-mujer-quemada-solo-le-queda-ser-fuerte-5018.html