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Diputada acusa a Noroña porque le dijo bocona y pidió darle una chinga
Adriana Dávila, diputada del PAN, presentó una queja en contra de Gerardo Fernández Noroña por haberla llamado bocona y pedir que le dieran una chinga.
Aseguró que Gerardo Fernández Noroña incitó a la violencia de género y que expuso su integridad física y puso en peligro la seguridad de su familia.
La diputada presentó la queja en contra de Gerardo Fernández Noroña en el Comité de Ética de la Cámara de Diputados.
El sábado 5 de octubre, Gerardo Fernández Noroña declaró que le habían comentado que una diputada de Tlaxcala era una bocona y pidió datos para atacarla cuando expresara sus opiniones.
“Me comentan que hay una diputada que fue senadora y que está vinculada a este tema y que es más bocona que la chingada, no sé si sea cierto o no, pero en Tlaxcala siguen los problemas, pásenme elementos para ponerle una chinga la próxima vez que abra la boca”.
El martes 8 de octubre, Gerardo Fernández Noroña aceptó que se equivocó al vincular a la diputada con el tema de trata de personas, pero Adriana Dávila advirtió que las acciones que había emprendido continuarían su curso.
En una nota que publica el diario El Universal se indica que la diputada Adriana Dávila expuso en su queja que Gerardo Fernández Noroña está acostumbrado a ofender, amenazar, y difamar para obtener notoriedad.
“Es ya una costumbre de este legislador utilizar la ofensa y la amenaza, así como la difamación para ganar notoriedad, usar todo el tiempo de expresiones que no corresponden a las de un representante popular, pero que además dañan la integridad y el trabajo de las personas que no coincidimos con sus posiciones políticas”.
Indicó que como Gerardo Fernández Noroña nunca ha sufrido consecuencias por sus declaraciones, ha ido subiendo de tono y sus palabras son cada vez más graves.
“Si bien es cierto, no soy la única persona hacia la que ha dirigido expresiones violentas que incitan al odio y al ataque, la realidad es que la falta de consecuencias sobre sus dichos y acciones públicas ha generado que sus mensajes suban cada día más de tono sin que mida la gravedad de sus palabras y los alcances de las mismas”.
“El legislador utiliza para el hecho precisado en la presente queja, así como los expresados con antelación, expresiones vulgares, despectivas, degradantes y soeces hacia mi persona, incumpliendo también las disposiciones previstas en el artículo 10 del Código de Ética”.
“En su momento, iniciar la investigación por los hechos que se exponen en la presente queja y, en su caso, plantear el proyecto de recomendación respectivo”.
Crédito de la foto @fernandeznorona