Al menos para los poblanos no es una novedad que todos los ríos se encuentren altamente contaminados, haciendo que, en la mayoría de puntos, el agua sea simplemente inservible.

Ejemplo de ello es lo que ocurre en la presa de Valsequillo, donde existen bloques de espuma que se generan debido a los desechos de detergentes que corren por el dren de ese lugar, afectando en la calidad de vida de las pocas especies que aún se alojan ahí y de los colonos.

El pasado lunes sucedió un suceso no paranormal, pero sí fuera de contexto. Resulta que dos personas viajaban en un vehículo cerca de la zona, por lo que al ver la acumulación de espuma el hombre le pidió a su acompañante que lo fotografiara cerca de esta espuma.

La mujer acompañante no se negó y ambos bajaron de su vehículo para realizar la toma. El sujeto se sentó en una barda junto a la espuma y a tan sólo un metro del vehículo, cuando lo inexplicable pasó.

La mujer narra que bastó con un abrir y cerrar de ojos para que tanto el coche como el sujeto desaparecieran entre la espuma, por lo que, asustada, corrió hacia la carretera en búsqueda de auxilio e iniciaron los trabajos de localización que hasta hoy no han dado resultados.

Esto podría atribuírsele a una serie de leyendas urbanas existentes sobre las lagunas que hay en Puebla, como el caso de la Laguna de Alchichica, ubicada al noreste de la ciudad y su frontera con el estado de Tlaxcala.

Cuentan de esta laguna que hay una sirena de pelo plateado habitando al fondo del agua, y que sale por las noches para atraer hombres con su canto, los cuales, enloquecidos, tratan de seguirla entre las profundidades y pierden la vida.

¿Será un fenómeno parecido al de las leyendas urbanas o mera coincidencia?

Foto: Agencia Enfoque