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Adorador de la Santa Muerte atrajo a su expareja y luego la apuñaló
La mañana del martes 16 de julio, Cruz Yere Marín Rayón salió de la fábrica en la que trabajaba como obrera para dirigirse a la casa de Francisco Javier A., padre de una de sus hijas, que le llamó por teléfono para decirle que le daría dinero para leche y pañales de la pequeña de tan sólo un año de edad.
Guadalupe, una de las amigas de Cruz, era la única que sabía que ella iría a la casa de Francisco en la colonia La Calera del municipio de Amozoc, pero nunca imagino que este hombre en realidad tenía como plan asesinarla con ayuda de Leticia M., su actual pareja sentimental.
Aunque hasta el momento la Fiscalía General del Estado no ha confirmado que el homicidio de Cruz fue parte de un ritual de adoración a la Santa Muerte o que la pareja pretendía ocultar el cadáver enterrándolo en el domicilio, Francisco y Leticia ya están en el Cereso de San Miguel tras imputarles diversos delitos, entre ellos el de feminicidio y ocultación de cadáver.
"Sí está aquí, pero no se va a ir", dijo Francisco
En una audiencia celebrada este fin de semana, que el agente del Ministerio Público pretendía que se hiciera de forma privada pero que el juez de control no lo permitió, se dio a conocer cómo fue descubierto el feminicidio de Cruz Yere Marín Rayón, de 28 años de edad y vecina del municipio de Amozoc.
Inicialmente se dijo que la joven era originaria de Guerrero, y ahora se sabe que en realidad nació en el municipio de Tlatlaya, en el Estado de México, lugar donde aún radican sus padres. Ella se encontraba en Puebla donde viven algunos de sus familiares.
Según datos que obran en la carpeta de investigación 2777/2019 y que fueron dados a conocer durante la audiencia pública, aproximadamente a las 21:00 horas del 16 de julio una de las tías políticas de Cruz recibió una llamada por parte de su cuñada y madre de la víctima, quien le explicó que tenía varias horas sin saber de ella, situación que era rara.
Por ese motivo su tía comenzó a preguntar con los amigos de Cruz si alguien sabía algo de ella, siendo su amiga Guadalupe quien indicó que, por la mañana, tras salir del trabajo, le dijo que iría a ver a Francisco Javier a su casa pues le había llamado para decirle que le daría dinero para la leche y pañales de su hija.
Cruz tenía tres hijos y la más pequeña, de un año de edad, era la única de Francisco Javier.
Sabiendo el antecedente de violencia de la pareja, su tía se dirigió al domicilio ubicado en el lote 17 de la calle Jazmín, en la colonia La Calera del municipio de Amozoc. Tocó la puerta y de inmediato salió Francisco Javier, que en ese momento vestía pants gris, tenis guinda y una camiseta negra, mostrando sus diversos tatuajes.
La tía de Cruz le preguntó por Cruz pero Francisco Javier contestó de forma altanera y burlona: "sí está aquí pero no se va a ir, así que deje de estar chingando", para después cerrar la puerta. La tía de Cruz decidió ir a buscar ayuda a la Comandancia Municipal de Amozoc.
Al describir lo que estaba ocurriendo se ordenó que dos elementos de la Policía Municipal se encargaran de atender el reporte, por lo que, en compañía de la familia de Cruz, los uniformados se dirigieron hasta la casa de Francisco Javier a bordo de la patrulla P-006.
Francisco intentó evitar su detención con un machete
En el relato del agente del Ministerio Público se explicó que los dos elementos de la Policía Municipal llegaron hasta el citado domicilio, en donde tocaron la puerta y fueron recibidos por Francisco, el cual salió empuñando un machete de aproximadamente 60 centímetros de largo, de la marca Bellota.
Con dicha arma en la mano derecha, le cuestionaron sobre paradero de Cruz Yere, sin embargo, Francisco respondió diciendo que "no estaba ahí y que dejaran de estar chingando", para después intentar atacar a uno de los elementos con el machete.
En el forcejeo, cayeron dentro del domicilio de Francisco Javier, donde el uniformado se percató que en el inmueble estaba otra mujer de complexión delgada y cabello largo, quien ahora se sabe era Leticia, y junto a ella se encontraba un bulto envuelto con bolsas negras con aparente forma humana.
Sabiendo que el sujeto le había dicho previamente a la tía de Cruz que ella se encontraba ahí pero no se iba a ir, así como de la actitud agresiva de Francisco, los elementos procedieron a someterlo para hacer una revisión, pero Leticia comenzó a manotear con los uniformados, diciendo: "no hicimos nada, lárguense malditos; no se lo van a llevar".
Fue así como el otro elemento de la policía logró someter a esta mujer. Y una vez esposada la pareja, los agentes entraron al domicilio, percatándose de que en el piso había varias manchas de sangre y al hacer un pequeño orificio en la bolsa, descubrieron de que se trataba de Cruz Yere, quien tenía el rostro ensangrentado.
Ante esta situación, procedieron a dar parte al agente del Ministerio Público con sede en Tepeaca, quien por falta de personal ordenó detener a estos sujetos y practicar las diligencias de embalaje de indicios en el lugar.
Altares a la Santa Muerte y cuchillos
Al hacer la descripción del inmueble donde se localizó el cadáver de Cruz Yere, los uniformados explicaron que se trataba de un inmueble de tres habitaciones prácticamente en obra negra; solamente una de las piezas tenía puerta.
Básicamente se trataba de un recibidor, en donde estaba el cuerpo de Cruz dentro de dos bolsas negras de plástico; enseguida estaba el siguiente cuarto, que aparentemente era usado como una cocina.
En tanto que en el tercer cuarto, el único que sí contaba con puerta, se encontró una cama matrimonial así como dos altares con figuras e imágenes de la Santa Muerte, además de algunas botellas de licor vacías en el piso, dos teléfonos celulares en una caja de zapatos y algunas prendas tiradas en el suelo.
También detallaron que, en una repisa de madera, en lo que se presume era la cocina, encontraron un cuchillo de aproximadamente 32 centímetros de largo, con mango de plástico de color negro y manchado de sangre seca, por lo que se procedió a su aseguramiento.
Cruz no fue hallada en una fosa
Tras hacer el procesamiento de la escena el cuerpo fue trasladado al servicio médico forense, en donde los tíos de Cruz pudieron hacer la identificación formal de la mujer de 28 años de edad, cuya causa de muerte fue una hemorragia severa por la sección de arterias con arma punzocortante, así como daños en diferentes órganos vitales como hígado, corazón y pulmones.
El médico legista informó que tenía una lesión en el cuello pero no era profunda y no fue mortal.
Contrario a lo que inicialmente se dijo, el cuerpo de Cruz no fue extraído de una fosa clandestina y en la carpeta de investigación no se ha especificado que en el domicilio hayan sido localizadas herramientas como palas o picos que permitieran hacer una excavación.
Para el momento en el que se practicó la necropsia de rigor - a las 5:00 de la madrugada del miércoles 17 de julio-, el servicio médico forense informó que Cruz tenía entre 8 y 12 horas de haber perdido la vida, por lo que se supone que fue asesinada aproximadamente entre las 17:00 y las 19:00 horas del martes 16 de julio.
Enfrentarán proceso por feminicidio y ocultación de cadáver
Además de calificarse de legal la detención de Francisco y de Leticia, el agente del Ministerio Público les formuló imputación a ambos por los delitos de feminicidio e infracciones a las leyes y reglamentos sobre inhumaciones y exhumaciones, este último en la modalidad de ocultación de cadáver.
De forma individual, el Ministerio Público le imputó a Francisco el cargo por delitos cometidos en contra de servidores públicos y ataques peligrosos, ambos en agravio del Policía Municipal de Amozoc al que trató de agredir con un machete.
En tanto que a Leticia también se le acusó de resistencia de particulares, pues a consideración del Ministerio Público, trató de impedir que detuvieran a Francisco Javier al ser descubiertos con el cadáver de Cruz Yere.
Debido a que el delito de feminicidio es considerado grave, el juez de control dictó en carácter oficioso la medida cautelar de prisión preventiva, por lo que se ordenó que ambos fueron trasladados al Cereso de San Miguel en tanto se resuelve su situación legal.
Para ello el abogado particular de Leticia y la defensa pública de Francisco, coincidieron en acogerse al término constitucional de 144 horas, por lo que será en una segunda audiencia cuando se determine si son vinculados a proceso.