Martha Erika estuvo muy inquieta desde el domingo 16 (de diciembre), ese día incluso lloró mucho, tenía miedo.

Así lo afirma su hermano Florentino Alonso Hidalgo, al corroborar lo publicado en La Corte de los Milagros sobre el temor que tenía la gobernadora de que algo grave le sucediera.

En breve entrevista con e-consulta, Florentino Alonso sostiene que ese domingo comieron con su hermana él, su esposa, su mamá y la notaria María Elena Torres en el restaurante Las Bodegas del Molino, y que Martha Erika lloró. Estaba preocupada y tenía miedo.

Sostiene que nunca les dijo por qué, y que él desconoce si fue amenazada o cuál era la razón de su miedo. “Son los huecos que tenemos en esta historia”.

La notaria María Elena Torres estaba ese día con nosotros, en un privado: “Yo le pedí que se quedara a escuchar lo que nos dijo” Martha Erika, ocho días antes de que muriera.

La gobernadora falleció junto con su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, un asistente de éste y dos pilotos, el lunes 24 de diciembre, en un accidente aéreo al desplomarse el helicóptero Agusta A109S, en el Cerro de la Chimenea del Chacuaco, poblado de Santa María Coronango, en el estado de Puebla.

Desde el domingo 16 ;estuvo inquieta con ese tema . Es verdad lo que escribió @periodistasoy

— Florentino Alonso (@floro65alonso) 19 de junio de 2019

Incorrecta, la versión de Florentino Alonso

Una fuente cercana a la notaria María Elena Torres Machorro aclaró a e-consulta que lo dicho por el hermano de la extinta gobernadora Martha Erika Alonso es impreciso, en cuanto al día y las circunstancias en que ésta lloró en el restaurante Bodegas del Molino.

Para empezar, dijo que la reunión de que habla Florentino Alonso no ocurrió el 16 domingo de diciembre de 2018, sino una semana antes, en el contexto de una comida en la cual la gobernadora agradeció a quienes la apoyaron en la campaña y en el conflicto poselectoral que se ventiló en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

La misma fuente precisó que si bien Martha Erika sí lloró en el baño del restaurante, su llanto no obedeció a que tuviera miedo o estuviera afligida por alguna amenaza. Lo hizo por estrés, para sacar las emociones de haber ganado a sus opositores el juicio que interpusieron en el Tribunal Electoral para anular su triunfo en los comicios de julio de 2018, y por la tensión y los retos de gobernar un estado como Puebla.

Foto Agencia Enfoque