Aunque seas una persona que reacciona a la primera cuando alguien más te hace cosquillas, es muy probable que las respuestas cambien cuando intentas hacerlo contigo mismo o ¿acaso te provoca la misma risa que te rocen la planta del pie a que lo hagas tú mismo?

De acuerdo con un estudio realizado en la universidad alemana Johannes Gutenber de Murcia, es prácticamente imposible hacerse cosquillas a sí mismo, y es que los estímulos físicos relacionados con las cosquillas son muy cercanos a la conciencia y la autoconciencia, es decir, que cuando una persona intenta hacerse cosquillas, su cerebro puede predecir qué es lo que sentirá a nivel físico, acabando con la sorpresa, mientras que cuando otra persona lo hace de manera sorpresiva, el cerebro no podrá predecir exactamente cuáles serán las sensaciones.

En términos más sencillos: el cuerpo sabe diferenciar de manera puntual cuáles son los estímulos propios y los que son ajenos.

En el University Collegue de Londres también se realizó un estudio enfocado en las cosquillas, en él la investigadora Sarah-Jayne Blakemore escaneó el cerebro de los participantes que se dividieron en dos grupos: los que se hacían cosquillas a sí mismos y los que las recibían de otras personas.

La investigadora reveló que el cerebelo de las personas que se hicieron cosquillas a sí mismas podía realizar predicciones precisas de los movimientos corporales, enviando un mensaje a la corteza somotosensorial de que la respuesta se extinga. El estudio concluyó en que es prácticamente imposible hacerse cosquillas a uno mismo.

Foto: marcianos.mx