Lo que inició como un tema fuerte, terminó siendo una pésima novela entre el silbante Adalid Maganda y la FMF, pues el guerrerense comenzó con exigencias y terminó en agradecimiento con la gente que antes denunciaba.

El árbitro mexicano denunció desde hace unos meses su despido del arbitraje en México, asegurando que el titular de la Comisión de Arbitraje, Arturo Brizio, lo llamó “negro” y lo corrió de su oficina, argumentando que su color de piel no le ayuda a la imagen de la Liga MX.

Todo fue indignación en su momento y el pasado martes, Maganda inició una huelga de hambre en uno de los accesos de las oficinas de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), hasta que un par de horas después, los directivos hablaron con él y negociaron su regreso a las canchas.

Todo se tornó como una novela de mal gusto, pues al salir de la junta, el árbitro habló maravillas y se dijo contento de poder regresar a su trabajo: “ hablamos con el secretario y se portaron muy bien, hubo muy buena apertura y vamos a regresar a trabajar otra vez. Me dijeron que hubiéramos llegado por otros conductos para evitar esto y tienen razón”.

Al final todo es un show en la Liga MX, por el simple hecho de que Brizio es comentarista de Televisa y muchos están en contra de ello, pues cómo es posible que un directivo se ponga a “criticar o aplaudir” en transmisiones a sus propios dirigidos, en este caso los árbitros.

Foto: Twitter @LaAficion