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Frida, la labrador que se convirtió en símbolo de valentía y esperanza

  • Staff
El 19S nos dio a una nueva heroína nacional, la perrita Frida, binomio canino de la Semar que ayudó a la localización y rescate de decenas de personas atrapadas en los escombros
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Una de las historias más inspiradoras que nos dejó el sismo del 19 de septiembre del año pasado fue la de Frida, elemento canino de la Secretaría de Marina entrenada para la búsqueda y rescate de personas vivas víctimas de desastres naturales.

Su primera participación en el rescate de víctimas de derrumbes provocados por los sismos de 2017 fue en el estado de Oaxaca, donde acudió a auxiliar a quienes se habían quedado atrapados en los edificios derrumbados durante el sismo del 8 de septiembre, pero el salto a la fama internacional lo dio tras participar en las labores de rescate del Colegio Rébsamen, uno de los centenares de edificios derrumbados en la Ciudad de México.

Durante sus ocho años de carrera como rescatista y como elemento de la Semar, Frida ha logrado salvar un total de 52 vidas, lo cual la ha convertido en un símbolo nacional de esperanza y heroísmo.

Tras los sismos de septiembre del año pasado, la imagen de Frida y la de otros binomios caninos ayudó a calmar el temor y el trauma dejado por la tragedia. Incluso la ilustradora Lucie Torres diseño y repartió gratuitamente en albergues un libro para colorear con imágenes e historias de Frida, Evil, Titán y Eco, esto con el fin de que los pequeños, que también estaban sufriendo los estragos de la contingencia, se distrajeran un poco y conocieran a los héroes de cuatro patas que estaban ayudando en las labores de rescate.

La fama y el agradecimiento hacía Frida y hacia todos los canes entrenados que ayudaron en el rescate de víctimas traspasó las fronteras de nuestro país y llegó hasta Asia, donde, gracias al chaleco con la leyenda “Marina” que porta Frida, la gente creyó que ese era su nombre y la nombró “Marina Chan”, el “Chan” es un sufijo honorífico en diminutivo utilizado en la cultura japonesa como signo de cariño y respeto.

A modo de homenaje, un chaleco similar al de Frida le fue coloca a la estatua de Hachiko, un perro honrado en Japón por haber esperado durante años a su amo (incluso después de su muerte) el profesor Hidesaburo Ueno, en la estación de tren de Shibuya.

En nuestra ciudad también fue reconocida su labor como rescatista y en su honor fue develada en el Parque Ecológico “Revolución Mexicana” una estatua en la que la labrador retriever quedó inmortalizada en bronce al lado de su compañero humano, el maese Israel Arauz Salinas.

Foto: Agencia Enfoque

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