- Seguridad
Mujer acusa burlas de policías tras intento de feminicidio
Anselma C., abogada pensionada de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), acusó que el pasado 2 de abril un sujeto la atacó sexualmente e incluso quito matarla.
Sin embargo, aunque sufrió lesiones graves, pues sigue hospitalizada a una semana de ocurrido, Anselma refirió que fue objeto de burlas y desdén, primeramente, por parte de Policías Estatales, y posteriormente de la Fiscalía General del Estado, que no ha enviado un agente del Ministerio Público al hospital para formalizar la denuncia.
La atacan en su casa de la colonia Tres Cruces
En entrevista para e-consulta, Anselma narró que el pasado lunes 2 de abril se encontraba en su domicilio de la calle Fray Diego de Altamirano, en la colonia Tres Cruces de Puebla Capital, al filo de las 20 horas.
Su vecino Mario se encontraba drogándose con un bote de "cemento" a las afueras de su casa en esa misma calle, cuando ella tuvo que salir a la puerta de su domicilio ya que su mascota se había escapado y le pedía ayuda a un vecino para atraparla y regresarla a su hogar.
"Él –Mario– y otras personas siempre estaban ahí, pero hasta ese día nunca me habían hecho nada, yo nunca denuncié el hostigamiento que hacían contra mí y a otros vecinos porque prefería darles los 10 o 20 pesos que pedían para su caguama y no meterme en problemas", explica Anselma.
Sin embargo ese día, Mario comenzó a acercarse hacia la casa de Anselma aprovechando que ella se encontraba distraída intentando llamar de regreso a su mascota, hasta que de momento la lanzó contra el suelo en la entrada de la vivienda.
"Yo de momento sentí como me tiró al suelo y ya estaba encima de mí", explica la víctima al tiempo en que recuerda claramente que este sujeto le decía: "ahora sí ya te cargó la chingada, vas a saber lo que es ser una perra", por lo que ella forcejeaba mientras le recordaba que ella jamás le había hecho algo ni se metía con él.
Recuerda que había gente en la calle, no solamente los amigos y familiares de Mario que viven en la casa cercana a la de ella. Pero varios vecinos a fin de evitar problemas con estos sujetos, habrían ignorado la situación dejando a su suerte a Anselma, quien inicialmente creyó que sólo querían quitarle su celular.
"Yo reaccioné lanzando mi celular hacia adentro de la casa porque creí que eso era lo que quería, pero de repente empecé a sentir su miembro erecto que yo me imagino, ya lo había sacado de su pantalón mientras me golpeaba la cabeza y me jalaba del cabello", explica.
Solo fue una de sus vecinas quien intentó frenar el ataque y pedirle a otros colonos que apoyaran a Anselma, siendo hasta ese momento que lograron quitarle de encima a este sujeto que llevaba consigo unas tijeras con las que inicialmente quiso rasgar su ropa, aunque después quiso enterrárselas, según él, para "matarla".
"Le llamaron a la patrulla al 911, pero la policía jamás llegó, fue así que yo le avisé lo que pasaba a un amigo muy cercano quien me dijo que iba de inmediato para mi casa, pero en el camino se encontró la patrulla P-167 en la colonia 3 de Mayo y le pidió que fuera hasta mi casa porque yo estaba en grave peligro".
Si es abogada, usted sabe defenderse, le dicen los policías
La presencia de la policía fue de poca o nula ayuda, ya que según explica Anselma, los elementos de seguridad pública que dijeron ser de la Policía Estatal, tomaron a burla lo ocurrido cuando ella les dijo que era abogada y que habían intentado matarla y violarla.
"Usted es abogada, usted debe saber cómo defenderse, no nos necesita a nosotros", es lo que presuntamente le decían los policías cuando les pedía que la llevaran a la Fiscalía “porque el agresor me había orinado, pero no me podía cambiar hasta que me revisara un médico legista y presentara mi denuncia”.
Recuerda que también llegaron elementos de la Policía Municipal, sin embargo estos se negaron a entrar a la calle debido a que argumentaban que en otras ocasiones ya los habían apedreado en ese lugar, además de que no podían detener a Mario, pues aunque Anselma lo estaba señalando y estaba en la puerta de su casa, los policías argumentaron que a ellos no les constaba que alguien la hubiera atacado o que en su caso, hubiera sido él.
Asimismo, explica que tuvo que hablar nuevamente al 911 para pedir que uno de los patrulleros la llevara a la FGE para denunciar, ya que todos decían que no tenían autorización para trasladarla en la unidad oficial.
Una vez que se les ordenó trasladar a Anselma a la FGE, comenzaron a circular hacia las instalaciones de la 31 Oriente y Bulevar 5 de Mayo pero a causa de las lesiones que ella sufrió, comenzó a sentir náuseas y ganas de volver, por lo que al percatarse, el uniformado le dijo de forma despectiva: "si se vomita, usted lava la patrulla".
Se niegan a enviar un MP al hospital
Una vez en la FGE, al ver las condiciones en las que iba y el tipo de ataque que había sufrido, el personal administrativo la remitió a las instalaciones de la Agencia Especializada en Delitos Sexuales, ignorando la gravedad de sus heridas.
Anselma les explicó en varias ocasiones lo ocurrido a uno de los abogados de la FGE, sin embargo fue hasta que una recepcionista les hizo un llamado sobre las condiciones en las que ella estaba, aunado a que ella empezó a vomitar, que la comandante de guardia de la policía ministerial la trasladó al Hospital Universitario.
"Desde que vomité en la FGE ya no recuerdo mucho, me llevaron al hospital y me medicaron, la madrugada siguiente fue alguien del Ministerio Público para tomarme una declaración inicial, no recuerdo mucho lo que les dije pero me dijeron que esa denuncia la tenía que formalizar una vez que me dieran de alta, ir personalmente", detalló.
Sin embargo, los múltiples golpes han impedido que sea dada de alta, incluso todo esto ha derivado en un preinfarto, por lo que el pasado miércoles se puso en contacto con Delitos Sexuales para solicitar que un médico legista o algún Ministerio Público acudiera al hospital para tomar conocimiento, pero hasta este sábado su solicitud ha sido ignorada.
Anselma solo sabe que su caso está archivado en la mesa tres del tercer turno de esta Agencia Especializada, pero a sus familiares y amigos les han negado la detalles de la investigación por no estar nombrados como "abogados" autorizados para recibir información del caso.
El responsable sigue libre
Aunado a la preocupación de que su denuncia sigue sin estar formalizada y con un informe detallado de las lesiones que sufrió, Anselma teme que al ser dada de alta, volverá a su domicilio situado a solo unos metros de donde sigue viviendo su agresor, pues ha sabido por vecinos que está persona no huyó al ver que ni con un señalamiento directo fue detenido.
"Me han dicho que no debo regresar a mi casa, otras personas dicen que sí, pero finalmente es mi casa y yo tengo mucho miedo, esta persona sigue ahí y ahora me dicen los vecinos que hasta hicieron un hoyo en la pared para poder espiar si estoy o no", dijo entre lágrimas Anselma.
La víctima hizo énfasis en que ella es una de las tantas mujeres víctima de la violencia y que a pesar de querer denunciar, tampoco le garantizan la seguridad que se merece como víctima del delito, mucho menos el tratamiento y atenciones que deberían de tener las autoridades.