- Mundo
Francia, una elección y una lección para América
“Tomas la boleta, eliges a Hamon y la metes en el sobre, ni Macron ni pensar Marine Le Pen, ¿Entendiste?”
Eso le decía una mujer al teléfono a la persona al otro lado de la línea, en el quartier 13 en París, por la mañana cuando ya se veía y se oía la movilización política en la capital francesa.
Pero la victoria de Emmanuel Macron (23.9%) ya se veía venir, al menos para el primer tour desde su designación como candidato, el apoyo de su padrino político (a pesar de su ruptura política con François Hollande, éste le llamó 20 horas 15 minutos del histórico 23 de abril para felicitarle por su victoria), la adhesión de políticos de cepa pura como Bertrand Delanoë y el socialista Manuel Valls y hasta una primera portada hoy, domingo le fue dedicada en el rotativo Libération: “A la une”.
La elección presidencial en Francia en su primera vuelta, al menos, se llevó a cabo en calma.
Hubo dos incidentes que marcaron la jornada, en Hénin Beaumont, donde Le Pen emitiría su voto, aparecía una mujer con el dorso desnudo y una máscara emulándole el cabello rubio expresando su descontento contra ella y otra más una manifestación en la capital francesa, alrededor de Place Bastille por aquellos que rechazaban los resultados.
No le alcanzó a Benoît Hamon (6.3%) tener a uno de los mejores economistas del mundo en su equipo de trabajo, Thomas Pikkety, ni a todo el equipo de jóvenes talentos detrás de él.
En cuanto a Fillon (20%) le debe al periódico francés Le Canard Enchainé, su caída estrepitosa y su exilio obligado de la vida política después de su desastrosa comunicación política en campaña.
Jean Luc Mélénchon (19.2%) a pesar de ser un “viejo lobo de mar” y ser su cuarto intento para llegar a Campos Elíseos, el tiempo simplemente no le alcanzó a pesar de remontar el último mes más de 7 puntos. La tecnología jugó a favor suyo (fue el más buscado en la web, seguido de Macron) pero los votos no.
Finalmente, Marine Le Pen (21.7%) le cumplió a su electorado a pesar de no hacerlo al 100%, ya que los números hasta hace una semana le daban el primer lugar en la primera vuelta, lo cual automáticamente la posicionarían en una holgada situación y le daban psicológicamente un arma muy poderosa para convencer a los indecisos o anti-Macron. Obtuvo 7 puntos menos de lo esperado y la mano de sus “aliados” de Trump y Putin, no se percibió, no al menos en esta jornada.
Hoy, la geopolítica se modifica drásticamente.
Pero también, Macron en una esperanza para seguir el 1-2, es decir, Alemania-Francia para Europa cosa que no le incomoda a Angela Merkel y mucho menos a Teresa Mey.
Sólo por hoy Francia ha dado un mensaje de esperanza, porque si bien la extrema derecha avanza, no lo logró como se esperaba y el abstencionismo no se elevó a un 30% como se especulaba.
La nación es además un ejemplo de una sociedad crítica, cultivada, educada y activa, hoy se vio.
Los más de 66,000 lugares instalados para emitir el voto, se vieron concurridos desde las 8 de la mañana que se abrieron hasta las 8 de la noche, 12 horas donde 47 millones de franceses votaron.
Hoy en la Brasserie en Montparnasse ya festeja Emmanuel Macron junto a Madame Brigitte. Minutos antes lo hizo en Porte de Versailles donde la algarabía tanto de militantes como de periodistas, hacían juego con la sonrisa del joven de 39 años que dio un discurso no tan explosivo como se esperaba.
Marine Le Pen lo hace junto a su madre y hermana.
François Fillon y Benoît Hamon, dieron su visto bueno para apoyar a Macron y el insumiso Jean Luc Mélenchon sólo dijo que esta elección, “Demuestra una falta de conciencia”.
Los franceses en 15 días decidirán quién tomará las riendas de su país bajo la sagrada bendición del voto.
Mientras tanto, el TUCOM francés está en marcha, esa es la consigan, “Todos Unidos contra Marine”.