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Hombre fue víctima de infidelidad y por 3 años crió un hijo que no era suyo
Una mujer fue demandada por quien fuera su esposo luego de que él descubriera que le fue infiel y que fruto de la relación extramarital nació un niño.
La mujer le hizo creer a su cónyuge que el pequeño era suyo y por lo menos tres años el hombre pensó que era padre del menor.
El periódico La Vanguardia informó que la Audiencia Provincial de Barcelona ha ratificado la condena de 50 mil euros impuesta a una mujer por los “daños morales” y los “daños psíquicos y secuelas psicológicas” que causó a su exmarido.
Lo anterior debido a que le hizo creer durante más de tres años que era el padre de su segundo hijo, aun a sabiendas que era fruto de una relación extramatrimonial.
Esta es una sentencia poco habitual en esa zona de España, ya que ni el adulterio ni el ocultamiento de la verdadera filiación de un menor se consideran, por sí mismos, delitos en el Código Civil.
Pero en este caso se logró acreditar la “conducta dolosa” de la mujer, ya que la propia demandada admitió en el juicio ordinario, instruido por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Badalona en julio de 2014, que siempre tuvo completa certeza de la paternidad real de su hijo.
Además confesó que las relaciones íntimas entre ella y su exmarido eran cada vez más escasas, y ella siempre buscaba que fueran en período no fértil, mientras que, por el contrario, las relaciones sexuales que mantuvo con su amante, un acaudalado empresario de construcción, eran más asiduas y se producían en período fértil.
“La mujer condenada sólo admitió quién era el padre de su segundo hijo después de abandonar el domicilio conyugal con sus hijos –el niño y una hija anterior del matrimonio, también menor- y divorciarse de su exmarido, quien aun así tuvo que hacerse cargo de la pensión alimenticia de ambos (aunque según la mujer, el demandante incumplió el régimen de visitas y se desentendió del menor)”, informó el medio de comunicación.
Según la sentencia, la mujer reveló la paternidad de su hijo menor “cuando le convino, intencionadamente”, ya que el verdadero padre también estaba casado y tenían un pacto de no comunicar la verdadera paternidad de su hijo “hasta que lo consideran oportuno”.
El demandante reclamaba un total de 485 mil 895 euros de indemnización por el daño moral y las consecuencias psíquicas que le causaron la pérdida de un hijo al que crió como suyo durante sus primeros cuatro años de vida, durante los cuales desarrolló un vínculo emocional. Esta cifra también incluye el daño patrimonial derivado de la manutención del menor que no era hijo suyo.
Pero el juez estimó de manera parcial la demanda, ya que, si bien admite que es “evidente” que D.G.G. sufre daños psíquicos y secuelas psicológicas, también hace constar que no resulta acreditada “la relación de causalidad” entre la totalidad de los trastornos padecidos por D.G.G. y la actuación dolosa de S.D.F .
Además la sentencia señala que, “la angustia emocional y el sufrimiento psíquico son de difícil valoración económica”. En este caso, la afectación psicológica de la víctima –que consta en el informe pericial- se ha valorado en los 50 mil euros de indemnización con los que se condena a S.D.F.