- Política
Hay una línea delgada entre hacer política y el delito electoral: INE
Cuando se hace un llamado expreso al voto o cuando se usan recursos públicos en la promoción de un servidor público, como un gobernador de un estado, se cometen delitos electorales.
Así lo explicó Marco Antonio Baños, consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), quien resaltó que el “destape” de un gobernador como el de Puebla, Rafael Moreno Valle, no constituye un delito electoral.
“Cuando hace un llamado expreso al voto o cuando hay una presunción cierta de que pueda haber involucrados recursos públicos en la promoción de ese servidor público”, hay delito electoral, subrayó.
En entrevista en el marco de su visita a Puebla para impartir la conferencia “Logística Electoral” ante estudiantes de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), el consejero del INE resaltó que la autoridad electoral comienza investigaciones sobre posibles actos anticipados de campaña cuando se presenta una queja.
“Cuando vienen las quejas, se pregunta expresamente y se hace la investigación respectiva para ver de dónde sacaron el recurso, si el vehículo es oficial, si el traslado se hizo en una avión y corre con cargo a la administración estatal. Si demuestra que lo hizo con recursos privados, no tiene ningún problema”, destacó.
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El consejero del INE reconoció que la línea entre un acto anticipado de campaña y estar dentro de la ley es “muy delgada”, sin embargo destacó que la autoridad electoral actúa siguiendo las leyes.
“Es prácticamente imperceptible la línea divisoria entre una cosa y otra. Es un hecho que la autoridad electoral solo puede sujetarse a los límites que establece la ley. Nosotros tenemos que revisar que no haya recursos públicos y que no haya llamado al voto. Lo demás (es que) los políticos hacen política”, comentó.
Para Marco Antonio Baños la ley electoral actual es estricta y se convirtió en “una camisa de fuerza, por lo que se debe permitir que los políticos hagan política.
“Debemos liberalizar el juego de la política. La ley es demasiado estricta y hay muchos detalles que los propios políticos que han hecho las reformas se han dado cuenta que se han convertido en camisas de fuerza. Si un político no hace política, es como si un zapatero no hace zapatos”, finalizó.
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