El arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa, y los obispos auxiliares de Puebla, Felipe Pozos y Eugenio Lira Rugarcía, se unieron a la Marcha por la Familia que se realizó del Paseo Bravo al zócalo de la ciudad de Puebla en la que se solicitó que el matrimonio sea exclusivo para la unión que encabezan un hombre y una mujer con el objetivo de procrear.

Los obispos poblanos portaron camisas blancas con un crucifijo en el pecho y caminaron en silencio; mientras que los asistentes expresaron consignas como “La familia unida, jamás será vencida”; “Hombre y mujer, la familia debe ser”, “De norte al sur, defiende a la familia” y “Defenderemos a la familia cueste lo que cueste”, “Viva la familia”.

La marcha comenzó minutos después del mediodía con el objetivo de mostrar el rechazo a la iniciativa del presidente de México, Enrique Peña Nieto, que busca reconocer legalmente a los matrimonios igualitarios.

El contingente partió del Paseo Bravo, frente al llamado reloj del Gallito, con una manta cargada por jóvenes en la que se podía leer: Mamá+Papa=Yo. De forma adicional, los participantes portaron pancartas con la imagen de una de las advocaciones de la Virgen María.

El arzobispo de Puebla y los obispos auxiliares se unieron a la altura de la 5 Norte-Sur y la Avenida Reforma, para luego continuar el trayecto hasta el primer cuadro de la ciudad.

Los organizadores reportaron que la marcha se realizó en un clima de paz y tranquilidad y hasta el momento no existe ningún problema con grupos a favor de los matrimonios igualitarios.

En su momento, el arzobispo poblano aseguró que los sacerdotes podrían participar como ciudadanos en la marcha y fue hasta minutos antes cuando se confirmó la presencia de los jerarcas de la arquidiócesis en el recorrido.