- Sociedad
Desigualdad de género en el mercado laboral, triste realidad
Es un hecho que las disparidades de género afectan el universo femenino, como que las mujeres siguen trabajando un número mayor de horas al día que los hombres, tanto en el trabajo remunerado como en el no remunerado, indica un informe de la Organización Internacional del Trabajo.
En países con altos y bajos ingresos, las mujeres realizan, en promedio, al menos dos veces y media más trabajo doméstico y de cuidado familiar que los hombres.
En las economías desarrolladas, las empleadas (bien sea por cuenta propia o en trabajo asalariado) trabajan 8 horas y 9 minutos en el trabajo remunerado y no remunerado, frente a 7 horas y 36 minutos de los hombres.
En las economías en desarrollo, las mujeres empleadas dedican 9 horas y 20 minutos al trabajo remunerado y no remunerado, mientras que los hombres dedican 8 horas y 7 minutos.
El desequilibrio en la proporción del trabajo no remunerado limita la capacidad de las mujeres de incrementar sus horas de trabajo asalariado, formal y remunerado. Como resultado, en todo el mundo, las mujeres que representan menos de 40% del empleo total, constituyen 57% de los que trabajan menos horas y a tiempo parcial.
Además, en más de 100 países estudiados, más de una tercera parte de los hombres empleados (35.5%) y más de una cuarta parte de las mujeres empleadas (25.7%) trabajan más de 48 horas semanales. Esto repercute también sobre la distribución desigual entre mujeres y hombres del trabajo doméstico no remunerado.
La desventaja acumulada que enfrentan las mujeres en el mercado laboral tiene un impacto considerable en su futuro. En términos de pensiones, la cobertura (legal y efectiva) es inferior para las mujeres que para los hombres, produciendo una diferencia de género en la cobertura de la protección social. A nivel mundial, la proporción de mujeres que han superado la edad de jubilación y que reciben una pensión es, en promedio, 10.6 puntos porcentuales inferior a la de los hombres.
A escala mundial, las mujeres representan casi 65% de las personas con derecho a pensión de vejez (60-65 o mayores según la legislación nacional en la mayoría de los países) sin ninguna pensión regular. Esto significa que 200 millones de mujeres de edad avanzada viven sin ningún ingreso regular proveniente de una pensión de vejez o de supervivencia, frente a 115 millones de hombres.