Bajo un sol radiante y con saldo blanco, más de 150 mil personas participaron en la  edición 25, de lahistoria reciente de Puebla,  de la Procesión de Viernes Santo.

El fervor de los asistentes no mermó en ningún momento, ni aún con el sol a plomo, durante el recorrido que duró casi 3 horas. 

Como cada año, desde las antes de las 7:00 horas, cientos de feligreses se congregaron en las parroquias de donde salen las cinco imágenes que peregrinan en la procesión: la Virgen de Dolores (Templo de la Soledad), Jesús Nazareno de las Tres Caídas (de la Parroquia de Analco), la Virgen del Carmen (Templo del Carmen), Jesús Nazareno (Templo de San José) y el Señor de las Maravillas (Templo de Santa Mónica). 

Mujeres y hombres de todas las edades participaron cargando las imágenes desde sus templos de origen y hasta el atrio de la Catedral, donde alrededor de las 12:00 horas se congregaron miles de feligreses y devotos de todas partes de la capital para escuchar la Primera Reflexión, en voz del arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, dedicada al sufrimiento de Jesús, previo a su muerte. 

Causó sorpresa entre algunos asistentes la presencia del presidente municipal, Luis Banck, ya que no solo estaba como espectador, sino como parte del presídium, junto con el arzobispo Víctor Sánchez, y con el rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), Emilio Baños.

Para otros la cuestión pasó desapercibida, ya que no conocían al alcalde, según respondieron a este medio.

Como en las anteriores dos procesiones, dieron clima místico a la procesión los integrantes de la Cofradía de los Nazarenos, quienes visten de negro y llevan una capucha. Ellos cargaron la imagen del Templo de San José. 

Durante todo el recorrido de la procesión, cientos de personas estuvieron apostadas en las aceras, en el zócalo capitalino y en el paseo Bravo. Algunas de ellas llevaban flores, otras imágenes de santos, algunas más, adornos en morado y blanco, o rosarios. 

La procesión inició en la catedral de Puebla, yendo por la 16 de Septiembre hasta la avenida Juan de Palafox y Mendoza, doblaron en la 2 Sur y siguieron por la 4 Poniente hasta llegar a la 11 Sur. Ahí, el contingente giró hacia la avenida Reforma, haciendo una pausa en el Templo de Guadalupe, dando  expuso la Segunda Reflexión el arzobispo Víctor Sánchez. 

El recorrido continuó por la avenida Reforma. En las inmediaciones con la 3 Sur, el séquito del arzobispo frenó levemente su caminar porque en uno de los balcones del Centro Histórico, se encontraba la excandidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, quien saludó a los asistentes.  

Para los que observaban desde el ras del suelo, no pasó desapercibido aquel instante profano. Sin embargo, el fervor y los rezos se impusieron y acompañaron a los viandantes durante la última media hora. 

Ya en el atrio de catedral, Sánchez Espinosa  habló del Viernes Santo, e invitó a los católicos a continuar el día de reflexión por lo que representa la muerte de Cristo. Resaltó la lista de agradecimientos para quienes apoyaron a organizar la procesión, entre quienes se encontraba el edil Luis Banck. 

Tras la procesión, los cientos de asistentes volvieron a sus actividades normales, mientras los contingentes de cada parroquia volvieron a depositar las imágenes en las urnas, para venerarlas durante el resto del año, y juntarlas de nuevo. 

Algunos integrantes de las cofradías regresaron al primer cuadro a convivir y a detonar la derrama económica a la que también abonaron algunos extranjeros que podían verse por las calles.