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Un problema de millones, epilepsia mal atendida
La epilepsia es un azote en el planeta, desde tiempos inmemoriales se le ha ligado lo mismo con cosas siniestras que con locuras, y ninguna tiene nada de verdad, pero es cierto que 70% de niños y adultos que la padecen podrían tener crisis completamente controladas mediante el acceso a medicamentos antiepilépticos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esto sería posible en países de ingresos bajos y medianos.
El reto consiste en lograr que las tres cuartas partes de estos pacientes que actualmente no reciben el tratamiento adecuado, tengan acceso a él lo más pronto posible.
Noemí Santos, directora Médica de Landsteiner Scientific, dice que “se puede afirmar que con un diagnóstico adecuado se tiene gran avance en el control de esta enfermedad, ya que dependiendo de esto se determinará el tipo de tratamiento que el paciente tiene que recibir.
“El reto en países como México está en aumentar la disponibilidad de medicamentos antiepilépticos genéricos, a fin de facilitar el acceso a tratamiento a la mayor cantidad posible de pacientes.”
La epilepsia es una enfermedad neurológica común y reconocida, pero poco comprendida, frecuentemente mal diagnosticada y tratada inadecuadamente.
Desde los años 90 ha habido avances en el diagnóstico y tratamiento de la epilepsia, así como en el desarrollo de nuevos medicamentos.
En la actualidad persisten dos problemas: por un lado, la dificultad de los pacientes en los países en desarrollo para acceder a estos medicamentos y, por el otro, la adherencia al tratamiento en pacientes que sí disponen de los medicamentos.
Santos señala que la historia clínica del paciente es vital para la detección y diagnóstico de esta enfermedad, ya que la identificación de las manifestaciones clínicas durante las crisis epilépticas (convulsiones, pérdida de conciencia, alteraciones motoras, etc.) es de gran ayuda:
“Las personas con epilepsia tienen más posibilidades de sufrir lesiones como fracturas, heridas, golpes contusos, etc., a consecuencia de caídas y golpes, así como de experimentar ansiedad y depresión.
“En personas con epilepsia, el riesgo de muerte prematura es tres veces mayor que el de la población general y las tasas más altas se registran en países de ingresos bajos y medianos, así como en zonas rurales, lo que explica que muchas de las muertes relacionadas con la epilepsia se asocien con causas prevenibles, como caídas, ahogamientos, quemaduras y crisis prolongadas”.
La especialista dice que las crisis duran de 60 a 90 segundos, es importante mantener la calma y brindar el cuidado necesario al paciente a partir de las siguientes recomendaciones:
· Quite objetos cercanos al paciente con los que pueda hacerse daño y coloque una almohada o una prenda de vestir doblada bajo su cabeza para que no se golpee.
· Voltee la cabeza del paciente de lado para permitir que la saliva o cualquier otro líquido salga fácilmente y no intente meter ningún objeto en su boca.
· Afloje la ropa del paciente y no se alarme si deja de respirar y se le ponen los labios morados: esto suele durar muy poco y no necesita ninguna maniobra de reanimación.
· Observe los movimientos del paciente durante la crisis, así como su duración, con el fin de compartir esta información con el médico.
· Mantenga una atmósfera tranquila cuando el paciente se recupere de la crisis: permita que descanse y, si se lo pide, cuéntele lo que pasó.
· Si la crisis es breve, haga una cita con el médico para revisión del paciente. Si se presentan crisis continuas, sin recuperación de conciencia o la crisis dura más de 10 minutos, consulte de inmediato al médico o lleve al paciente al hospital más cercano.