- Economía
Demanda El Barzón políticas de apoyo a pequeños ganaderos
En riesgo de desaparecer se encuentran los pequeños productores e introductores de ganado del estado ante el monopolio de la empresa “Sukarne”, denunciaron productores y exigieron que el delegado de la SAGARPA en Puebla tome medidas emergentes.
En rueda de prensa revelaron que los productores son blanco de prácticas caciquiles en el estado, una de las cuales es la detención en la ruta comercial a mercados de Zozutla, Izúcar de Matamoros o al mercado de Piaxtla, en donde autoridades, pretextando sobrepeso en sus vehículos, les exigen “las guías de traslado de animales”, las cuales no les son entregadas si no se afilian a asociaciones ganaderas como la Unión Ganadera Regional de Puebla y la Asociación Ganadera de Izúcar.
La organización El Barzón llamó a que autoridades inicien protocolos para detener el ejercicio de la empresa “Sukarne”, a la que calificó de “cartel económico” pues aseguró que cubre el 70% del mercado nacional de abasto de carne y en el estado ha provocado una crisis severa en este sector y, por consiguiente, una baja en los ingresos de la zona y en general sometiendo a los productores a una competencia desleal.
En rueda de prensa Alejandro Carvajal exigió la creación de una política especial de la SAGARPA para proteger a los pequeños introductores de ganado y que se establezcan rastros funcionales y de calidad para poder certificar su carne y poder entrar en mercados más competitivos.
“No hay una política enfocada a los productores de ganado, no hay infraestructura ni planes para dotar a productores de rastros certificados, lo que les obliga a vender el ganado vivo, en un mercado pequeño y local.
El alto costo del alimento y de la medicina de animales, cotizado en dólares, también pega a los bolsillos de los ganaderos pues su consumo no es mayorista. Demandó que el caso se investigue por parte de la Comisión Federal de Competencia, ahora Comisión Federal de Competencia Económica COFECE, señaló.
El Barzon difundió que las empresas monopólicas en el país son Conglomerado Sukarne, que controla un inventario anual de 952 mil cabezas de ganado; Consorcio Dipcen, con 80 mil cabezas ; Grupo VIBA, con 50 mil; Grupo Agroindustrial ARIAS, con 46 mil: grupo Carranza, con 35 mil, Grupo Jusi con 33 mil, entre otras.
Carvajal explicó que el grueso de los participantes en la industria bovina se concentra en las primeras etapas de producción, cría y engorda, mientras que un reducido número de participantes ha logrado diversificarse dentro de la cadena de producción, ocupando posiciones clave en la industria, -propiedad de las plantas de sacrificio y procesamiento- control de centros de acopio- compra y comercialización del ganado.
Esto les ha permitido –enfatizó- controlar y condicionar la compra y venta del ganado, asegurándose precios exclusivos y reduciendo con ello sus costos de producción, lo que resulta al final del proceso en un mayor ganancia.
“Principalmente, el alto costo de producción de la carne, y el monopolio de Sukarne , provocan que a los pequeños productores se les pague un bajo costo por el ganado a pie o a canal, ya que estos monopolios fijan los precios a los que será comprado el ganado, y afectan directamente la rentabilidad de los pequeños productores, al no tener utilidades debido al alto costo del alimento para engorda”, aduce un comunicado
Precisó que el precio final de la carne ya procesada no varía, lo que significa que la empresa que procesa y comercializa la carne se queda con la mayor parte de las ganancias, en perjuicio de los consumidores y productores.
El fijar el precio de los productos de la carne, no permite que pequeñas carnicerías sobrevivan, ya que la distribución se hace en empresas como Wal-Mart o de RYC y dirigen el consumo hacia estos establecimientos, lo que está generando que, al romperse este encadenamiento productivo, cierren las pequeñas carnicerías.