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A un año de Charlie Hebdo, en Francia la libertad se sigue defendiendo
En el día de luto nacional en la capital parisina por la muerte de los periodistas de Charlie Hebdo, los homenajes no se hicieron esperar pero tampoco las amenazas terroristas.
François Hollande, alrededor de las diez de la mañana, pronunció un discurso en donde tachó la agresión al periódico semanal como un "acto de violencia extrema, donde murieron doce personas y algunos más fueron heridos". "Diseñadores de gran talento, cronistas de gran valor y coraje están muertos. Ellos marcaron por su influencia, por su insolencia, por su independencia a generaciones de franceses. Yo quiero aquí decirles que este mensaje de libertad, continuaremos defendiéndolo en su nombre", destacó.
Frente al edificio que por algunos años albergó a Charlie Hebdo, en la calle Nicolás Appert número 10, hoy diferentes medios de comunicación, la sociedad civil y autoridades locales y nacionales acudieron al lugar para recordar a los periodistas que fueron asesinados hace exactamente un año.
En Plaza de la República también hay homenaje por parte de las personas que acuden a depositar flores, fotografías, poemas, discursos y hasta objetos debajo de Marianne.
"Cabu, Charb, Tignous, Georges Wolinski y Philippe Honoré", todos ellos dibujantes, perdieron la vida hace un año al igual que Bernard Maris, quien era economista; Mustapha Ourad, corrector del semanario; Elsa Cayat, columnista y psicoanalista; Fréderic Boisseau, trabajador de limpieza y Michel Renaud, parte fundamental de la revista Rendez-vous.
Las calles de París son protegidas bajo la mirada de policía antimotines y grupos aplicados específicamente para el plan VIGIPIRATE y que en un día como hoy, jueves siete de enero, han matado a un terrorista en el Arrondissement 18, adelante de una comisaría, que llevaba consigo varios artefactos explosivos.
Una revisión ocurrió a unas calles de las antiguas oficinas del semanario, cerca de Richard Lenoir, donde la policía descendió de su vehículo para inspeccionar un auto que se encontraba estacionado junto al mercado de Bastille y que reportaron como sospechoso. Con pistola en mano y civiles en la calle, verificaron que no fuera una amenaza real.
En todo lo alto la seguridad en el país, en todo lo alto las voces que claman libertad y una sociedad que ha demostrado que no se ha paralizado ni lo hará ante amenazas terroristas.
Si, se vive un clima tenso y en vigía. Se respiran las muertes de inocentes y todos los días sobresalen rostros entristecidos por la violencia en un país donde se procuran la igualdad y la fraternidad.
Hay una tensa calma que se combate con la vida normal durante la semana en comercios, oficinas y turismo.
No hay tolerancia para bromas, ni gritos de personas que buscan cimbrar el miedo, Ya hay 200,000 solicitudes de investigación a personas sospechosas por actos para promover la violencia e incitar al crimen.
Cerrar filas no sólo es un mensaje de las autoridades, también lo hace la sociedad parisina que no olvida los actos, pero tampoco se deja intimidar por ellos.
Francia respira fuerte y aún amenazada por el oscurantismo, defiende la libertad de expresión.
Recién ayer salió una portada que escandalizó a muchos. Charlie Hebdo lo hizo otra vez.
Los jóvenes caminan por las calles con la libertad de su edad pero también la de un país con un panorama que, especialmente a ellos, les brinda muchas y muy buenas oportunidades de viajar, estudiar, un futuro prometedor en toda la extensión de la palabra.
Para la gente mayor -de la tercera edad- el nivel de vida les permite contar con una seguridad social garantizada y una jubilación al menos decorosa.
Para nosotros, los extranjeros, Francia ofrece la oportunidad de conocer, estudiar, trabajar e integrarte a su país, a su cultura, a su sociedad.
Por ello CharlieHebdo representa lo que muchos no quieren: educación, cultura, libertad de expresión, humor, valentía y osadía.
#JeSuisCharlieHebdo es ahora un estandarte
Luchar por la "Paz" es la insignia francesa.
Hoy están muertos quienes no se quedaron callados. De eso se trata, de romper el silencio.