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Culto a la Santa Muerte no riñe con otros credos, dicen seguidores
Víctor Sánchez se volvió devoto de la Santa Muerte hace diez años. Una de sus hijas estuvo muy enferma, fue a pedir por ella a varios templos católicos pero fue hasta que tuvo enfrente a la "Niña blanca" que sintió paz en su corazón.
Al día siguiente el médico le dijo que su hija había mejorado mucho y que podría regresar a su casa.
Fue por ello que Víctor decidió poner un altar a la Santa Muerte, un altar donde todas las personas pudieran ver cómo se le rezaba a la "Santa" y que su culto -lejos de ser sólo de narcotraficante, ladrones y prostitutas- es cercano a las personas comunes y corrientes.
Preparan festejo a la Santa
Desde las diez de la mañana de este martes se cerró la calle 9 norte, entre las calles 12 y 14 poniente; se colocaron sillas y varias mesas con manteles blancos para la primera posada en honor de la Santa Muerte.
En una de las mesas dos niños, de unos siete y nueve años comían enmoladas. Al lado estaba su madre sirviéndoles refresco de color amarillo. En medio de los tres, como bendiciendo los alimentos, había una figura de la Santa Muerte con alas doradas.
Varias personas de la tercera edad también degustaban un mole con arroz rojo en otra de las mesas. Atrás de ellas se colocó un escenario para los cantantes y grupos que amenizarán la posada.
A lo largo de la tarde y noche se espera que lleguen unos 3 mil devotos mientras que para el 30 de diciembre, día en que se realizará la última posada, llegarán hasta 5 mil.
Ha ganado tolerancia en Puebla
Víctor Sánchez, uno de los organizadores, contó que desde hace nueve años se hacen posadas en honor de la Santa Muerte. El festejo se realiza gracias a las donaciones en especie o en trabajo, de los devotos.
Además de comida y refrescos, habrá espectáculos de imitadores de Jenny Rivera y Juan Gabriel, también rifas y concursos.
Según Víctor, el culto a la Santa Muerte fue en un inicio discriminado pero ahora, poco a poco y a través de los años, se ha ganado la tolerancia de los poblanos.
Muchas personas eran devotas de la "Santa" a escondidas -dijo- porque había mucho tabú, eso alimentó las malas lenguas porque al rezar en un lugar apartado se especula sobre los ritos y oraciones.
Por eso decidió poner un altar abierto a la calle, donde se pueda ver que las personas que le rezan a la "Niña blanca" son amas de casa, obreros, profesionistas, empresarios y hasta políticos.
El altar de la 9 norte está lleno de flores y velas de colores. La "Santa" está en medio de ellas con una túnica roja y su guadaña en la mano derecha. En la otra mano sostiene una calavera pequeña. Tiene una corona y penden de su cuello collares brillantes. A sus pies se colocan las ofrendas: chocolates, cigarros y botellas de vino.
Una década de devoción
Desde pequeño Víctor tuvo presente a la Santa Muerte en sus creencias. Sus padres y abuelos creían en ella como una nueva forma de la diosa prehispánica Mictecacihuatl o señora de la muerte.
Según Víctor es común que en los pueblos apartados aún se venere a la "Santa" como un legado mexica.
Pero fue hasta hace diez años que su fe se volcó en la Santa Muerte.
Una de sus hijas estaba muy enferma, fue a La Villita y a otros templos a buscar consuelo. Se acercó también a la Santa Muerte y por fin se sintió en calma. Le pidió que si su hija no se iba a quedar en este mundo, se la llevara sin dolor.
Al siguiente día el médico su niña había mejorado mucho y pronto pudo volver a su casa.
Desde ese momento se volvió devoto y le puso un altar en pleno centro de la ciudad de Puebla.
"La Santa Muerte es emisaria de Dios, nos lleva cuando Dios manda", confía Víctor.
Calculó que más del 90 por ciento de los devotos de la "Santa" son católicos y que su culto no tendría que estar peleado con alguna otra creencia, por eso año con año organizan las posadas a las que feligreses y transeúntes están invitados.