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Candidaturas independientes evidencian crisis de partidos: Morlino
Las candidaturas independientes no son un milagro, al contrario, representan un fracaso del sistema de partidos, a la vez que tampoco la segunda vuelta en la elección presidencial es una regla dorada, de hecho es innecesaria en México, en donde se viven graves problemas, como la deslegitimación de los partidos, la escasa participación electoral de los ciudadanos y la corrupción, expuso el politólogo italiano Leonardo Morlino.
En entrevista con e-consulta, el especialista e investigador que goza del más amplio reconocimiento a nivel mundial consideró que más allá de un sistema político específico, es el imperio de la ley lo que da calidad a un país y sus instituciones en este rubro; desde esa perspectiva, dijo que “la partidocracia incluso puede garantizar una buena democracia”.
El también vicerrector Académico de la Universidad Luiss Guido Carli de Roma, Italia, diagnosticó el caso y calidad de la democracia mexicana, en la que advierte como los mayores obstáculos las fallas en el Estado de derecho, la corrupción, la inseguridad ciudadana, y el escaso respeto a los derechos humanos.
En México, dijo e investigador italiano, se vive una paradoja: sus ciudadanos son los más insatisfechos de América Latina en materia de sus resultados políticos, pero no hay la suficiente participación electoral de la sociedad.
Parálisis de Peña Nieto
El especialista, quien dictó este fin de semana un seminario en la Universidad Popular Autónoma del estado de Puebla (UPAEP), con auditorios llenos y elogios de los concurrentes, desmenuzó el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, a quien ve rodeado de tecnócratas que no han sabido concretar acuerdos políticos para mejorar la calidad de la democracia mexicana.
El equipo del presidente tampoco ha podido concretar acuerdos para aplicar las reformas estructurales, lo que lo ha llevado a la actual administración federal a “una parálisis y deslegitimación”.
En este sentido, Morlino, quien ha realizado varias mediciones sobre el caso mexicano y la calidad de su democracia, consideró que algunos eventos negativos para el actual gobierno han desarrollado “un proceso ulterior de deslegitimación”, como el caso de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, el cual tomó como referencia negativa del país.
Para Leonardo Morlino, también la amenaza de implementar algunas políticas, como las reformas estructurales que se han realizado en la primera mitad del sexenio de Peña Nieto, “han generado la reacción de grupos corporativos que también ha paralizado la actividad del gobierno”.
Candidatos independientes
Con disposición para detallar su análisis, Morlino abordó el tema de las candidaturas independientes, que “es algo que ha aparecido en diferentes democracias, cuando hay este problema de deslegitimación de los partidos y los líderes políticos”.
Sin cortapisas, el profesor titular de Ciencia Política, que visitó Puebla para impartir un seminario en UPAEP, dijo que “la candidatura independiente no es un milagro” y, al contrario, tiene fallas en dos sentidos, en la calidad de los gobernantes que genera y es además un elemento que evidencia el fracaso del sistema de partidos y la “crisis de las democracias”.
“Es muchas veces es un fracaso… porque ya como autoridades elegidas (los candidatos independientes) no saben hacer la profesión, porque ser político es algo que se aprende, es una profesión, no es algo amateur”.
-¿Es también un fracaso del sistema de partidos?
-Sin duda. Es una declaración de fracaso de los partidos y de los líderes políticos.
El autor de La calidad de las democracias en América Latina describió que las candidaturas independientes desaparecerán, en la medida en que se logre una legitimación de los partidos y líderes, cuando hagan “mejor su trabajo”.
Estas candidaturas son “parte de la crisis de las democracias”, pero reflejan bondades si construyeron sus bases en otros ámbitos; por ejemplo, “puede ser un profesor de universidad importante, un científico, un gran burócrata, un empresario destacado. Es decir, alguien que ha construido su prestigio en otro sector, no el político”.
Es entonces que “hay una neutralización del poder político, del poder partidario, de una politización de poderes neutrales”.
Competencia y segunda vuelta
Sobre el nivel de competencia electoral, expuso Leonardo Morlino, en México hay “mucho más que en otros países. La democracia mexicana es hoy minimalista, porque empieza más o menos en el año 2000, con la alternancia de gobierno, lo que prueba que hay competencia efectiva. Hay hoy la posibilidad de que el partido de (Enrique) Peña Nieto pueda perder. Hay el grado de competencia que es necesario en una democracia”.
-¿Qué tan necesaria es para la calidad de la democracia mexicana la segunda vuelta en la elección presidencial?
-No se tiene que considerar la segunda vuelta como una regla dorada, una regla muy buena, muy fuerte. Es necesaria en un sistema muy fragmentado partidariamente. Si hay una sociedad fragmentada, el resultado es que así sea su sistema político. Es entonces que la segunda vuelta ayuda a arreglar la fragmentación. Si esto no ocurre, la segunda vuelta no es necesaria, aunque no sería erróneo aceptarla. En términos objetivos no es necesaria en México.
La partidocracia
El primer presidente italiano de la Asociación Internacional de Ciencia Política, cargo que ocupó de 2009 a 2012, consideró que la partidocracia no debe verse con ojos negativos, pues ésta también puede generar una buena democracia.
“La manera en la cual es desarrollada la democracia es a través de los partidos, y tal vez se ha creado un dominio de los partidos al interior de la democracia”.
Sin embargo, “en realidad el mecanismo democrático implica la presencia de los partidos… Los partidos, al final son esenciales para elfuncionamiento de la democracia, por la organización del voto. Entonces sí, una buena democracia puede ser una partidocracia”.
En su análisis, el politólogo italiano fue más allá y describió que en un reciente estudio que encabezó, sobre las instituciones más corruptasen nuestro país, “los mexicanos respondieron los partidos políticos, la policía”.
“Hay una percepción negativa de los ciudadanos sobre los partidos políticos, por esta razón, la idea de la partidocracia, la idea de los partidos no es algo que guste, no es algo que se acepte”.
-¿Cómo revertirlo? ¿Qué tendrían que hacer los partidos políticos?
-El problema no son los partidos políticos. El problema es que hay diferentes concepciones normativas de la democracia. Todas deben ponerse al mismo nivel, pero el político en posición de autoridad tendría que desarrollar una democracia más fuerte, considerando ante todo el Estado de derecho, el imperio de la ley. Tomado en consideración la rendición de cuentas a nivel electoral, interinstitucional, el parlamento que controla lo que hace el gobierno, el Tribunal Supremo que controla lo que hace el gobierno, el papel desarrollado para los medios…
“Participación, competencia, desarrollar los derechos civiles, sociales, la igualdad, situación en la que ahora en México hay un crecimiento de la desigualdad, crecimiento económico.
“México es el último país, en mi investigación, en el que dicen los ciudadanos, que esta democracia no es responsive (de respuesta), que esta democracia no toma en consideración las preguntas, las demandas, las necesidades de los ciudadanos, esto a nivel de América Latina. En México (en este rubro) está el ciudadano más insatisfecho en toda América Latina, de manera muy fuerte, muy clara.
Reducción de plurinominales
Sobre la reducción de los legisladores de representación proporcional o plurinominales, propuesta que recientemente presentó el Partido Revolucionario Institucional, el politólogo italiano dijo que este planteamiento “es algo que se ha propuesto mucho en otros países, como Japón y en el mismo sistema italiano”.
Sin embargo, Morlino describió que el quid en este asunto es “como se refuerza la gobernabilidad, sin excluir totalmente a la oposición, cómo se hace más efectiva, cómo se alcanza eficacia decisional”.
La respuesta que da el científico social italiano es que “cambiando el sistema electoral se puede alcanzar” esta gobernabilidad e inclusión.
“En un sistema presidencial como el mexicano, el problema no son los plurinominales, sino cómo implementa su programa y enfrenta un problema de clase política, de clase partidaria, de burocracia alrededor de él”.
Insatisfacción y apatía
Sin embargo, advirtió Leonardo Morlino, a pesar de esta insatisfacción que supondría una mayor participación electoral, “no la hay, es muy baja desde siempre la participación electoral y también no hay mucha participación no convencional, es decir, demostraciones, paros”.
“Hay una actividad bastante fuerte –agregó– de grupos corporativos, que es otra cosa, no es la participación de lo que hablaba antes. Entonces hay insatisfacción de los ciudadanos, pero al mismo tiempo alineación de la política, no cuestionan contra la política… Hay un problema de deslegitimación de la política al que tienen que enfrentarse todos los partidos y no es fácil de solucionar”, concluyó el politólogo experto en calidad de las democracias.