Casi desmantelados se encuentran los locales comerciales que a lo largo de la administración estatal actual fueron colocados en nuevos parques, mientras que las franquicias como Mi Viejo Pueblito y Café Punta del Cielo ubicadas en cuatro inmuebles públicos tienen escasa clientela.

Pese a la presentación de solicitudes de información pública, el gobierno del estado se ha negado a transparentar cuánto costó al erario la colocación y la operación de esos negocios y cuáles han sido sus ganancias.

Sin embargo, el 28 de julio el diario Intolerancia informó que esos comercios estaban en bancarrota, según documentos en los que se apoyó el rotativo.

Este miércoles e-consulta realizó un recorrido por las “unidades de negocio” que se ubican en el Parque de la Niñez, en el Paseo del Río Atoyac, en el Museo del Ejército Mexicano, así como en Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, las cuales, en su mayoría, están prácticamente abandonadas.

Cierran locales en el Río Atoyac

Además del fétido olor que expide el Río Atoyac, los locales comerciales del lugar están cerrados y los carritos de venta quedaron abandonados en este parque creado al inicio de la actual gestión estatal.

En el sitio sólo se encuentra abierta la cadena de comercios “Mi dulce Puebla”, que cuenta con una treintena de productos para su venta, mientras que el local de helados “La Poblanita” está cerrado.

En el lugar también se encuentran las estructuras de al menos cuatro carritos que fueron instalados para vender alimentos o sodas, pero que ahora se encuentran desmantelados.

Cabe recordar que esas dos cadenas de negocio son propiedad del gobierno del estado.

Del lugar también desertaron negocios de renta de bicicletas que se instalaron cuando se inauguró el inmueble. A ello se suma que la pista de trote y para bicicletas se encuentra deteriorada.

Cierran negocios en Los Fuertes

En la zona de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe fueron abiertos diversos locales comerciales. Estos se encuentran frente a Casa Puebla, en la Plaza de la Victoria, en el Lago de la Concordia, junto al Museo Imagina, así como en la entrada a esta zona, sin embargo sólo opera la mitad de estos.

En el estacionamiento exterior localizado frente a Casa Puebla –que en la temporada de la feria de Puebla cobra 50 pesos por vehículo–, hay cinco locales comerciales, de los cuales sólo tres están abiertos y uno de estos, denominado como “100% natural”, ofrece sólo dos productos de su carta: jugos y frutas.

El negocio de helados “La Poblanita” es muestra de las bajas ventas que tienen ese tipo de comercios, pues en promedio sus ventas semanales netas ascienden a 11 mil 500 pesos, según corroboró e-consulta en informes de venta de este sitio.

En la Plaza de la Victoria fueron abiertos dos locales: uno de “Mi dulce Puebla” y otro de helados “La Poblanita”, pero sólo sobrevive este último.

Junto al Museo Imagina –que será reubicado–, se ubican seis locales comerciales y, aunque sólo está cerrado uno, el resto adolece de clientela.

En el Lago de la Concordia también fue abierto un negocio de comida rápida, pero este se encuentra cerrado, pese a que en el lugar este jueves sí se notó un incremento de visitantes.

Cafeterías abandonadas

La cafetería Punta del Cielo que se encuentra en la segunda planta del Museo del Ejército Mexicano, localizado junto a la ex Penitenciaria en el Paseo Bravo, luce desierta, pues en el lugar sólo se encuentra el personal a cargo de la misma, y algunas personas que usan los sanitarios del inmueble pero sin adquirir algún producto.

Lo mismo ocurre con el restaurante “Mi Viejo Pueblito” que fue ubicado en el Parque de la Niñez Poblana, pues en el transcurso de la mañana sólo lo visitan un promedio de cuatro clientes, según comentaron los encargados del lugar.

Este lugar cuenta con dos plantas, sin embargo durante el recorrido realizado fue posible observar que sólo dos mesas estaban ocupadas.