A un año del atentado ocurrido en el maratón de Boston, la ciudad llevó acabo la edición 118 sin ningún contratiempo.

En la celebración anterior del maratón, los hermanos Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev hicieron estallar una bomba en la línea de llegada, terminaron con la vida de tres personas e hirieron a más de 250 personas.

Previo a la carrera, se guardó un minuto de silencio para recordar a las víctimas del atentado;  de igual manera, al terminar la carrera, algunas víctimas cruzaron la meta de forma simbólica

El día de ayer, después de recorrer los tortuosos 42 kilómetros que componen el maratón, el americano Meb Keflezighi, de origen eritreo cruzó la meta de llegada en primer lugar. Es importante mencionar que pasaron 31 años para que un americano volviera a ganar esta prueba.

En esta edición del ya famoso maratón de Boston se recibieron 9 mil corredores más que la edición pasada, lo que es un claro ejemplo de la pronta recuperación tras los atentados sufridos en 2013.

Naturalmente, la presencia policial se hizo notar de forma eficiente en este certamen deportivo. Existieron medidas de seguridad extremas llevadas a cabo por más de 4 mil policías, agentes y ciudadanos para lograr garantizar la seguridad de los competidores y los espectadores.

Algunas medidas tomadas fueron la prohibición de acarrear maletas y mochilas cerca de la línea de llegada, a los corredores se les prohibió disponer de sus propias bolsas. La presencia de medios y ambulancias se incrementó en esta edición.

La última edición del icónico maratón de Boston es un claro ejemplo de lo que se puede lograr bajo el trabajo y esfuerzo colectivo. El evento de ayer tuvo un mensaje claro: ni los ciudadanos, ni los gobiernos están dispuestos a dejarse intimidar por el terrorismo.