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Quieren evitar que un dictador se quede con el famoso guante de Michael Jackson

  • Rolando Lino Mina
Teodoro Nguema Obiang Mangue (mejor conocido como Teodorín, de 42 años de edad) es hijo de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo
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El gobierno de Estados Unidos está envuelto en una batalla legal para evitar que un guante con gemas incrustadas –que fuera propiedad de Michael Jackson- caiga en manos del hijo de un dictador africano.

Teodoro Nguema Obiang Mangue (mejor conocido como Teodorín, de 42 años de edad) es hijo de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo; presidente de facto del régimen dictatorial que controla Guinea Ecuatorial. Teodorín es Vice-Presidente en el gobierno de su padre desde mayo de 2012; y previamente fue Ministro de Agricultura y Bosques.

Hace 3 años, Teodorín compró por 494 mil dólares un lote de objetos que pertenecieron al fallecido Rey del Pop. El paquete incluía el referido guante y siete estatuas de tamaño natural del desaparecido cantante.

El caso llamado “United States of America v One White Crystal-Covered 'Bad Tour' Glove and Other Michael Jackson Memorabilia” ha tenido lugar en un tribunal de Los Ángeles y ya se ha prolongado por más de 28 meses.

La demanda señala que Teodorín ha amasado una fortuna de 300 millones de dólares como funcionario público, cuando su salario anual no supera los 100 mil dólares. Sin embargo, el juez californiano que lleva el caso desestimó el caso señalando que no ha podido probarse que la fortuna de Teodorín tenga un origen ilícito.

Riqueza sin límites

La riqueza de la familia Obiang salió a la luz en 2004, cuando el diario The New York Times denunció que Teodorín era un “amante de los Lamborghinis y los largos viajes a Hollywood y Río de Janeiro”. Ese mismo año, el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado reveló que los Obiang tenían una fortuna en cuentas secretas del Banco Riggs de Washington. En 2009 se descubrió que poseían una lujosa mansión en Malibú, con un valor superior a los 31 millones de dólares.

En octubre de 2011, el gobierno norteamericano comenzó varios procesos legales para hacerse de los activos que poseen los Obiang en Estados Unidos y que suman 315 millones de dólares. Entre estos se encuentran varias flotas de coches de lujo como Rolls-Royce, Ferrari o Lamborghini; un jet privado de 38 millones de dólares; la mansión de Malibú; y por supuesto, el guante que perteneciera al extinto Rey del Pop.

Otra mansión que los Obiang tienen en Paris (cuyo valor estimado es de 135 millones de dólares) fue allanada en febrero de 2012. Se trata de un sitio que cuenta con más de 100 habitaciones, baño turco, peluquería, discoteca y sala de cine.

Los acabados de la residencia fueron descritos por la policía francesa como “bañados en oro y con incrustaciones de piedras preciosas”. En el interior de la mansión se encontraron un sinnúmero de objetos de lujo, que incluyen 11 autos de lujo (dos de estos eran Bugatti Veyron, que se encuentran entre los coches más potentes y caros del mundo) y una colección de vinos valuada en 2 millones de dólares.

Intocables hasta hoy

En agosto de 2012, las autoridades francesas iniciaron el proceso legal para embargar la casa y los objetos contenidos en esta; pero el gobierno de Guinea Ecuatorial presentó una demanda penal argumentando que Francia había violado las leyes que avalan la inmunidad diplomática.

En Estados Unidos, las autoridades han remarcado ante los tribunales que cerca del 70 por ciento de la población ecuatoguineana vive en extrema pobreza. En contraste, el presidente Obiang y sus aliados han amasado inmensas fortunas por medio de la corrupción.

Teodorín vivió en territorio norteamericano en 1991. Él dice que estudió una carrera en la Pepperdine University de Malibú (California), pero esa casa de estudios señala que sólo acudió a clases durante 5 meses. Se ha dicho que ya desde entonces, él y su familia lavaban dinero en bancos de todo el mundo.

Los abogados de Teodorín realizaron un trabajo impecable en el caso de su defendido; argumentando que las autoridades norteamericanas únicamente se han basado en especulaciones. “El gobierno aún no ha identificado una sola víctima de extorsión o soborno”, dicen. Ahora, el gobierno de Estados Unidos tiene una última oportunidad para reformular su denuncia, o el guante y el resto de los bienes se quedarán en manos de Teodorín y su familia. (Twitter: @rolandolino)

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