El arquitecto Enrique Norten está obligado a respetar los valores y bienes históricos que se encuentran dentro del Paseo Bravo al momento de realizar el diseño de la remodelación que se ejecutará en este parque.

Ésta fue la postura de Rutilia Amigón Amigón, arquitecta de la delegación local del Instituto Nacional de Antropología e Historia, al señalar que si bien la vanguardia tiene cabida en contextos históricos, ésta debe salvaguardar los elementos culturales que haya en el entorno.

En el caso particular del Paseo Bravo, puntualizó que toda intervención que se realice debe mantener el trazo original del parque, que data de 1840, aproximadamente.

Elementos como las fuentes y el kiosco que se encuentran en las inmediaciones de la 13 sur son algunos de los elementos que se deberán integrar al diseño que genere Norten, agregó.

Por otra parte, mencionó que esta intervención abrirá la posibilidad de hacer trabajos de arqueología histórica en el Paseo Bravo, lo cual podría ayudar a tener mayor conocimiento de las circunstancias en las que se fundó éste espacio, además de que se podrían encontrar nuevos aspectos de la época colonial; sin embargo, es necesario que se supervisen las obras.

Amigón Amigón señaló que hasta el momento no se tiene conocimiento formal del proyecto que sería implementado en el lugar, por lo que se desconocen los alcances del mismo.

Una vez que se genere el proyecto ejecutivo de esta remodelación, tendría que ser evaluado por las autoridades locales y federales del INAH para la liberación de los permisos correspondientes.

Si bien el gobierno del estado tiene previsto iniciar la construcción de este nuevo parque en el Paseo Bravo una vez que termine el proceso electoral, todavía no se han solicitado de manera formal los permisos ante el INAH.