Alianzas del PRD: ¿Reciclan al PRI?

  • Antonio Tenorio Adame
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El Presidente del Partido de la Revolución Democrática, Agustín Basave, está convencido en defender las alianzas con el Partido de Acción Nacional.

En su artículo “Somos o no somos oposición”,  (El Universal 4.1.2016) hurga en situaciones análogas, replica a adversarios – Beltrones PRI-, y plantea opciones en el camino de la alternativa de gobiernos locales.

El académico conviene en una remembranza al IV Centenario de la Muerte de Shekespeare quien en el soliloquio de Hamlet, lanza la  frase universal; “ser o no ser, es la cuestión”.

El argumento a favor de las alianzas es que desvaneció la demanda de abolir la propiedad, así como la del Estado Guardián, en el viejo esquema nación estado. Pero ahora es el Estado Policía, el hermano mayor de la parálisis del miedo, derivado de la privilegiar el principio de seguridad contra el terrorismo, como método de control totalitario.

Su análisis de la realidad política mexicana es menos certero, resulta inadecuada su analogía entre los partidos de Europa y los de la latitud mexicana, con distinta  forma de gobierno. en el parlamentarismo se provoca y obliga a esas alianzas necesarias para alcanzar la mayoría, con ella se afirma la gobernanza y la estabilidad. Mientras en el presidencialismo, la mayoría es dominante a partir de su valor absoluto y condiciona el gobierno dividido.

Aún en el ejemplo de la Coalición del No a Pinochet, era una formación de frente nacional o patriótico plural diverso, en la coalición de orden electoral. No hay parámetros de comparación política, pero si de ética, algunas alianzas como la de Puebla y Veracruz se vinculan en sus niveles ruines de la falta de principios; en Puebla es un gobierno con la mayor cantidad de presos políticos en el país; mientras el candidato Yunes es de nefasta memoria su actitud contra el PRD en 1994 utilizando homosexuales y enfermos mentales. Ambas figuras son propias del museo del horror, tan violadora de derechos humanos como la de la dictadura chilena.

Las alianzas son necesarias pero  deben mantener el sentido de origen y fin del partido, como lo define Basave, ser oposición en esta coyuntura. Sin embargo hasta ahora la política aliancista ha sido de supervivencia electoral y solo sirve para reciclar al PRI, como en Puebla y Veracruz donde Moreno Valle y Yunes son escoria política del autoritarismo priista.

El PRD carece de una estrategia de vinculación municipal y de oposición estatal, no son pocos los estados donde el Gobernador controla su vida orgánica en especial los diputados al Congreso del Estado.

EL MANDO ÚNICO La izquierda no se define solo en una posición ante la iniciativa presidencial del mando único policial¸ como se advierte en el caso Morelos donde lo que se confrontan son las facultades de dos ámbitos de poder. Ahí cobra sentido la declaración del senador Alejandro Encinas, al calificar de abuso la postura del Ejecutivo.

En el Senado, también,  se menciona una iniciativa del senador, Miguel Barbosa Huerta, donde se atiende a los municipios de menos 20 mil habitantes en la coordinación de mandos de seguridad con supervisión federal, lo que parece adecuado o al menos una propuesta alterna. 

El principio de la oposición como subsistencia existencial de la izquierda es no solo obtener el poder en todos los órdenes de gobierno, federal, estatal y municipal sino generar una política de seguridad a favor del individuo, no de concentrar el poder presidencial.

Los partidos se encuentran en fase de agonía, en todo el mundo transitan en inframundo de la condena.

Para Peter  Mair, autor de  “Gobernando en el vacío”: “la era de la democracia de los partidos ha pasado, entramos a una nueva fase de la democracia liberal en la que sus principales agentes dan señas de agotamiento.

La galopante crisis de representación, la creciente falta de conexión de los partidos con su electorado tradicional es el “vacío”.

Hay dificultad en precisar las causas y sus opciones. Porque sin partidos que funcionen no hay democracia posible

Los ciudadanos han dejado de ser esos leales votantes dispuestos a hacer valer preferencias estables. Ahora se refugian en formas de vida individualizadas, privatizadoras, ajenas a los público y configuradas a partir del paradigma del consumo político.

Se transita en una etapa de incertidumbre, donde, el refrán popular “el tuerto es rey”, es vigente.

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Antonio Tenorio Adame

Licenciado en Economía por la UNAM, y docente en la BUAP. Fundador de la Academia de Historia y Crónica Parlamentaria y cofundador de la Asociación de Periodistas Democráticos junto con Renato Leduc. Ha sido diputado federal en diversas legislaturas, desde donde ha impulsado la apertura democrática.