- Seguridad
Trabajo de alto riesgo: Mueren 34 policías de Puebla en 8 años
Un total de 34 policías estatales y ministeriales en Puebla han perdido la vida en cumplimiento de su deber, desde el año de 2005 a lo que va de 2013.
De acuerdo con información de la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría General de Justicia (PGJ), solicitada a través de transparencia, 21 agentes de la primera corporación y 13 de la segunda han muerto mientras desempeñaban sus labores.
Los reportes destacan que el 2008 fue un año en el que hubo más pérdidas de elementos en ambos cuerpos policiacos. Los decesos fueron ocho.
Para la PGJ, ese año hubo cuatro policías caídos, mientras que la SSP tuvo el mismo número de bajas en el mismo periodo, al igual que en los años de 2006 y 2012. En tanto, en 2009, la SSP perdió a cinco policías, el mayor número de bajas que ha tenido desde 2005.
Es preciso recordar que el año 2008 quedó marcado por la violencia en el estado, caracterizado por ataques y ejecuciones del crimen organizado. Entre algunos de estos resaltan los siguientes:
El 30 de abril de ese año, el agente de la -extinta- Policía Judicial, Felipe García Guillén, fue hallado sin vida en el río Blanco, en el estado de Veracruz, tras haber sido privado de la libertad días atrás, presumiblemente por el grupo criminal Los Zetas, a quien en ese entonces se le atribuyó la muerte del elemento, pero las autoridades poblanas nunca lo confirmaron.
Otro de los eventos importantes de 2008 ocurrió la tarde del 21 de noviembre cuando un comando armado arribó a la comandancia de la Policía Judicial en Cañada Morelos y abrió fuego contra las instalaciones, a las cuales aventó una granada que estalló cobrando la vida del agente José Luis Pérez Sánchez.
Ese mismo año, el subprocurador de Justicia, Víctor Pérez Dorantes, también fue blanco de un atentado en las inmediaciones de la colonia Lagulena, cuando un comando atacó el vehículo en el que viajaban sus escoltas, quienes resultaron lesionados. En el lugar de los hechos se encontraron más de una centena de proyectiles calibres 9 milímetros, y para rifles R-15 y AK-47.
En 2009, el saldo fue más bien curioso. Un policía murió infartado por su sobrepeso en medio de un enfrentamiento entre 500 policías de todas las corporaciones de seguridad pública y campesinos de la junta auxiliar de San Andrés Azumiatla, donde rescataron a cuatro topógrafos que estuvieron a punto de ser linchados.
El resto de los decesos sobrevino en operativos y enfrentamientos con criminales, en accidentes viales que se dieron en persecuciones de delincuentes, en emboscadas y en traslados.
De igual forma, es importante mencionar que también se han registrado otras muertes de policías en circunstancias diferentes. Se tratan de muertes por causas naturales, percances e incluso suicidios.
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